Hacer una dieta de adelgazamiento o un control de aquello que comes a diario requiere cierta constancia en lo que se refiere al registro de todo los alimentos que se consumen a lo largo del día. Para ello es muy útil contar con un diario de alimentos en el que ir apuntando las comidas del día, desde el desayuno al almuerzo, merienda y cena, además de las bebidas y todo aquello que ingiramos a lo largo del día.
Hacer un diario de comidas es muy sencillo y simple, pero requiere que anotemos al momento todo aquello que hayamos comido, además de precisar toda la información que consideremos importante registrar: los alimentos, el tipo de cocción, la hora, las calorías, etcétera. Este registro nos ayudará a la hora de analizar cómo comemos, qué y cuándo, descubriendo así dónde están nuestros puntos flacos a la hora de comer y qué tenemos que hacer para mejorar nuestra dieta o corregirla para conseguir una dieta efectiva para adelgazar, coger peso o dietas específicas para diabetes, colesterol u otras afecciones.
Si quieres saber cómo hacerlo, en este artículo te ofrecemos 7 consejos para usar correctamente tu diario de comidas y controlar perfectamente tu dieta. ¡Sigue leyendo!
Cómo hacer un registro de comidas para que sea eficaz y completo
Un diario de comidas es una herramienta ideal para controlar nuestro consumo de alimentos, además de ser de gran ayuda para el nutricionista o el médico que esté haciendo un seguimiento de nuestra dieta. Asimismo, también podremos nosotras hacer un cálculo de aquello que comemos e incluso realizar una tabla o una gráfica por tipos de alimentos, por días, momento del día, etcétera. Si estás decidida a recurrir a un diario de comidas debes tener en cuenta los siguientes consejos para hacer un diario de comidas, para que sea eficaz y quede de lo más completo:
1. Escoge diario de tamaño pequeño y manejable para que puedas llevarlo contigo a cualquier lugar
Si tu diario es de pequeñas dimensiones, entonces podrás llevarlo a cualquier sitio en tu bolso, sin que ocupe demasiado ni a ti te cueste llevarlo a cualquier sitio, tomar notas rápidas de aquello que has tomado fuera de casa y tener toda la información a resguardo y completa.
2. Lleva siempre información nutricional en un anexo
Adquiere una agenda o una libreta a la que puedas anexar unas hojas con información nutricional, alguna receta especial y una zona de notas para apuntar ideas sobre compras, evaluación de nutrientes, calorías, grasas, etcétera.
3. Sé constante
No dejes que la apatía te venza y procura ser constante en la anotación diaria de aquello que comes y bebes al día. Convierte estas anotaciones diarias en un hábito y disfruta de lo satisfactorio que resulta poder hacer un análisis de cómo comes y poder conocerte mejor.
4. Recopila recetas sanas y adaptadas a ti
Tener un diario te permitirá ir quedándote con aquellas recetas que más se ajustan a tus gustos, que mejor te sientan y que con las que más cómoda te sientes.
5. Aprende a manejar las cantidades y los ingredientes
Un diario te facilitará conocer cuáles son las cantidades diarias recomendadas, las cantidades habituales que consumes y más se adapten a tus necesidades nutricionales. Este hábito te ayudará a comprar y cocinar las cantidades ajustadas a tus necesidades, sin excesos ni derroches, favoreciendo que ahorres y no malgastes.
6. Ahorra tiempo y dinero planificando los menús diarios con tiempo
Una vez que hayas sacado las primeras conclusiones sobre qué y cómo comes podrás planificar de forma más lógica tus dietas, compras y menús diarios, algo que te permitirá ahorrar tiempo y dinero.
7. Apunta todo, sin censurarte
Si algún día haces un exceso, apúntalo también y no te censures. Ten siempre presente que también se aprende de los errores y los excesos y que un capricho saludable de vez en cuando tampoco está nada mal.