La dieta mediterránea: la alimentación perfecta

Conoce la dieta mediterránea

Al hablar de la dieta mediterránea es necesario que resaltar que su patrón sigue una de las dietas más saludables a nivel mundial. La mejor manera de conocer algo es vivirlo, por lo que te recomendamos que te apuntes a la dieta mediterránea y descubras por qué es la alimentación perfecta por ti mismo.

El origen de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea es el patrón alimentario formado por el conjunto a alimentos que se consumen en los países que bordean el Mar Mediterráneo, como España, Grecia o el Sur de Italia.

Como todos sabemos, el Mar Mediterráneo es un compendio de culturas que han confluido desde el inicio de la civilización. A lo largo de la historia, al igual que el arte, la música o la filosofía, la alimentación mediterránea también ha estado influenciada por las diferentes culturas que han habitado en los países del mediterráneo.

De esta forma, y aunque cada país que forma parte del Mediterráneo tiene su particular forma de alimentarse, todos éstos tienen, sin embargo, unos rasgos comunes que es lo que hoy conocemos como dieta mediterránea. Por lo tanto, al haber sido poco a poco forjada a lo largo de los siglos, se puede decir que la dieta mediterránea es una de las grandes herencias que hemos recibido de nuestros antepasados.

¿En qué consiste la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea se sustenta sobre una serie de principios, a través de los cuales, se ha convertido en una de las dietas más saludables que se pueden consumir. Para seguir la dieta mediterránea correctamente es preciso incorporar estos principios, los cuales dan razones para seguir de la dieta mediterránea, a tu patrón de alimentación diario:

1. La base de tu alimentación deben ser los vegetales, las frutas y los cereales integrales

Esto significa que las comidas principales del día deben centrarse en torno a estos grupos de alimentos. Las elaboraciones culinarias en la dieta mediterránea no son muy complejas ni requieren de grandes tiempos de cocción. La idea es consumir productos frescos de temporada y utilizar el aceite de oliva para cocinarlos. Así como sustituir el grano entero por panes, pastas, arroces y cereales integrales.

2. Cambia las grasas saturadas por las insaturadas


Otro de los principios básicos de la dieta mediterránea es que la principal fuente de grasa que consumas provenga siempre de las grasas insaturadas, como el aceite de oliva, el aceite de girasol o el de canola.

En este sentido, hay que evitar la ingesta de grasas saturadas como las mantequilla, la margarina o el aceite de coco, y también optar siempre por productos lácteos bajos en grasa.

3. Proteínas procedentes de alimentos vegetales, de carne de ave y de pescado

Aunque no se trata de una dieta vegetariana, la dieta mediterránea, sin embargo, tiene como principio que la mayor parte de las proteínas que se obtienen diariamente provenga de alimentos vegetales, aves y pescados. El consumo de carne roja se debe evitar o reducir al máximo, así como el consumo de embutidos, tocinos y otras carnes con altos niveles de grasa.

4. Vino, una copa al día

Aprovechar las propiedades del  vino tinto, en pequeñas cantidades diarias, es otro de los principios que forman parte de la alimentación mediterránea. De hecho, se suele recomiendar una copita de vino en la comida principal del día.

5. Poner límites al azúcar

El consumo de refrescos, bollería, postres y otros alimentos altamente azucarados no está dentro de los principios que rigen la dieta mediterránea. Esta alimentación huye de los malos hábitos que puedan provocar obesidad, trata de sustituir todos estos alimentos dulces por piezas de fruta fresca

6. Hacer ejercicio físico

Y para completar esta serie de principios que rigen la dieta mediterránea, se aconseja llevar una vida activa, tratando de hacer unos 30 minutos de ejercicio moderado cada día, cinco días a la semana. Caminar, nadar, o montar en bicicleta son actividades muy recomendables para mantener un buen estado de salud.

 

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