Los edulcorantes están indicados y son un perfecto aliado para aquellas personas con diabetes o sometidas a una dieta de adelgazamiento. A continuación, os explicamos la diferencia entre Stevia y sacarina.

Stevia

Stevia es una planta de la cual se sacan muchos beneficios, y uno de ellos es el de endulzar. Puede encontrarse en estado líquido o sólido después de ser procesada. Su sabor es más prolongado que el del azúcar, aunque, el retrogusto puede ser un poco más amargo.

Las personas sometidas a una dieta baja en carbohidratos pueden beneficiarse de este edulcorante puesto que apenas aporta glucosa en la sangre. De la misma manera, pueden tomarla las personas con diabetes. Se trata de un alimento para la diabetes apto y que puede aportarte beneficios.

Beneficios de Stevia

Además de endulzar, se ha descubierto que Stevia ayuda a reforzar el sistema inmunológico. Se está recomendando a personas con hipertensión ya que reduce la presión arterial. Por otro lado, la Stevia también participa en el proceso de la digestión, con lo cual, también contribuye en el aparato digestivo. Es un componente antioxidante y diurético, además de cicatrizante y bactericida. De hecho, muchos dentífricos contienen extracto de Stevia.

Contraindicaciones de la stevia

Existen muchos prejuicios debido a las elevadas dosis que pueden llegar a consumir algunas personas. Ya sabemos que, muchos alimentos beneficiosos pueden tener efectos contrarios si se abusa de las cantidades.
Se especula mucho sobre la toxicidad de esta planta, hay quien dice que puede tener efectos anticonceptivos o incluso generar infertilidad. Por otro lado, también se dice que afecta a la genética.
Hay que recalcar que, no existen evidencias demostrables al respecto. De hecho, si esto pudiera ser cierto, estaría relacionado con el abuso de su consumo.

Sacarina

La sacarina no contiene calorías y el sabor no varía mucho respecto a la Stevia, aunque sí tiene un deje a sabor metal. Sin embargo, al tratarse de un edulcorante artificial, es conveniente no abusar de ella.
La sacarina supuso todo un descubrimiento para los diabéticos, ya que no afecta a la insulina ni altera los niveles de la glucosa. Los diabéticos, desde entonces, pueden volver a disfrutar del sabor dulce. Este componente se utiliza también en bebidas y en algunos alimentos para sustituir el azúcar.

Contraindicaciones de la sacarina

Algunos estudios han demostrado que el consumo de sacarina de forma regular puede modificar la flora intestinal y puede provocar intolerancia a la glucosa. Esto podría suponer un paso hacia la obesidad y a la diabetes. Esto quiere decir que, la sacarina se debe tomar con precaución.

A finales de los años 70, la sacarina se considera una sustancia cancerígena. De hecho, se planteó su prohibición en varios países del continente americano, aunque nunca se llevó a cabo. Sin embargo, la FDA obligó a los fabricantes a etiquetar la sacarina para que los consumidores no abusaran de ella. Posteriormente, nuevos estudios realizados revelan que este producto no es tan nocivo como se creía.
Sin embargo, otras investigaciones confirman que la sacarina puede provocar erupciones en la piel, dolores de cabeza o incluso diarrea. Se cree que estas alteraciones son provocadas por formar parte del grupo de la sulfonamida.

Precauciones en  mujeres embarazadas

En las mujeres embarazadas, se recomienda evitar el consumo de la sacarina. Parece ser que ingerir este producto puede ser nocivo para el feto y generar complicaciones musculares y de irritabilidad. Otra razón por la que no se aconseja el consumo de sacarina en las mujeres embarazadas, es por que este edulcorante se elimina también a través de la leche materna.

Parece ser que la sacarina, además de endulzar, no tiene beneficios. Para las personas que prefieran su sabor frente al de Stevia, se recomienda no abusar de este producto ya que es un edulcorante artificial.