La publicidad, la costumbre o por tenerlos muy a mano son algunos de los motivos que nos llevan a consumir refrescos de una forma mecánica, sin tan siquiera pensar en las calorías y los azúcares que nos aportan y que si nos excedemos pueden resultar nefastos para nuestra salud. Ante la sed tras pasar calor o hacer deporte lo mejor es beber agua y otras alternativas saludables, evitando así la tentación de bebidas que refrescantes azucaradas.
Unas bebidas cada vez más denostadas por ser consideradas perjudiciales para la salud al estar relacionadas con la obesidad de niños y jóvenes, además de con la diabetes y algunas enfermedades cardiovasculares. Si quieres ir apartando este tipo de bebidas de tu dieta diaria y no tienes muy claro cuáles son los mejores sustitutos, en este artículo te ofrecemos 5 alternativas saludables a los refrescos. ¡Sigue leyendo!
Cómo sustituir los refrescos de forma saludable
¿Quieres aprender a hacer refrescos caseros saludables? ¿Qué alternativas podemos encontrar a los refrescos, más sanas y nutritivas? Aunque parezca difícil dejar la costumbre de tomar refrescos azucarados, es importante hacer el esfuerzo y apostar por nuestra salud y elegir siempre algo que nos hidrate y nos haga coger energía sin aportar grasa, azúcares, carbohidratos o calorías. Entre las alternativas más saludables a los refrescos se destacan:
1. Agua
Esta debería ser siempre nuestra primera opción saludable para sustituir los refrescos azucarados, siendo recomendable beber unos dos litros de agua todos los días. Una cantidad que variará en función de la temperatura, la actividad que estemos realizando, las enfermedades que padezcamos, etcétera. Hay que tener en cuenta que el agua es uno de los principales componentes de nuestro cuerpo, suponiendo entre un 70% y un 60% del total. Además, el agua no tiene calorías, ni tampoco grasas ni azúcares, siendo el líquido ideal para mantenernos hidratados, mejorar la digestión, tener una piel más tersa y luminosa, además de ayudarnos a eliminar toxinas de nuestro cuerpo. No lo dudes y si el agua mineral te parece algo sosa, prueba las aguas con sabores bajas en calorías y sin azucares añadidos.
2. Agua con pepino y limón
También podemos hacer bebidas a base de agua, pepino, limón y jengibre para crear una bebida refrescante y eficaz para perder peso e hidratarse. Esta bebida se prepara con cortando medio pepino en rodajas y metiéndolo en una jarra de agua mineral, añádele el zumo de un limón, hierbabuena y jengibre rallado y mete a la jarra en la nevera para que se vayan tomando los sabores. Es una bebida muy refrescante y saludable, ideal para sustituir los refrescos.
3. Infusiones frías y calientes
Las infusiones naturales frías o calientes son otra excelente opción a los refrescos, ofreciéndonos además una gran variedad de sabores y combinaciones, sin azúcares ni grasas y con interesantes beneficios para nuestra salud. Los tés, desde el blanco al rojo o el verde, entre otros, cuentan con numerosas propiedades antioxidantes, tranquilizantes, energéticas, medicinales y/o depurativas. Además, las infusiones de flores y hojas pueden combinarse con frutas, raíces y especias para conseguir sabores de lo más atractivo y sorprendente.
4. Limonadas naturales
Otra de las alternativas más refrescantes son las limonadas, una bebida idónea para los días más calurosos del verano. Una bebida ideal para sustituir los refrescos que se prepara de manera sencilla y para la que solo se precisa un litro de agua mineral con o sin gas, el zumo de dos limones, unas ramas de hierbabuena o menta y hielo. También se le puede añadir algo de endulzarte como miel o stevia, por ejemplo.
5. Zumos verdes naturales o smoothies
Los zumos de frutas y verduras son una de las alternativas más saludables y más populares a los refrescos. Una opción refrescante, sana y divertida ya que nos permite preparar zumos con las frutas y las verduras que más nos gusten. Los smoothies nos aportan gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra, siendo además muy hidratantes e ideales para nuestra piel y complemento para cualquier dieta adelgazante o depurativa.