Las claves para empezar una dieta baja en grasas

Si quieres adelgazar sin necesidad de renunciar a todos aquellos alimentos que más te gustan, debes aprender a reducir las grasas de tu alimentación. Descubre las claves para empezar una dieta baja en grasas, a continuación.

3 consejos prácticos para seguir una dieta hipograsa

Si eres de los que come más bien poco pero aún así, sigues ganado peso, es probable que algo esté fallando en tu dieta diaria. Muchas personas comienzan a hacer una dieta privándose de comer todos aquellos alimentos que más les gustan y, sin embargo, al poco tiempo acaban dejándola.

Si has vivido esta situación alguna vez, y ahora estás dispuesto a perder peso y a ser constante con la dieta de adelgazamiento que te marques, lo mejor es que comiences una dieta hipograsa. Descubre unas sencillas claves para empezar una dieta baja en grasas y deshacerte de esos kilos de más:

1) No todas las grasas son malas: controla el tipo de grasa que comes

Lo primero que conviene aclarar para empezar una dieta hipograsa es que no todas las grasas son las responsables de que engordemos, y lo beneficiosas o perjudiciales que resultan unas grasas comparadas con otras, es lo que hace que unas grasas nos engorden, también, más que otras.

En este sentido, las grasas saturadas son las que conviene consumir con moderación ya que, cuando las comemos, nuestro organismo lleva a cabo complejos procesos metabólicos y, además, este tipo de grasas nos acidifican el pH de nuestro cuerpo.

Las grasas saturadas son aquellas que a temperatura ambiente tienen aspecto sólido, y son las que contienen algunos alimentos como la carne animal, los productos procesados como la bollería, la mantequilla, los lácteos sin desnatar, los embutidos y el paté o, también, la piel del pollo.


diferencia entre quemar calorias y grasa

BigmanKn || Shutterstock

Por otro lado, las grasas insaturadas son beneficiosas para el organismo, por lo que son las que debemos elegir cuando queremos perder peso. En términos nutricionales, estas grasas son más conocidas como aceites, ya que permanecen líquidas a temperatura ambiente y además, son ricas en ácidos grasos como los Omega 3, los Omega 6 o los Omega-9.

Estas grasas contribuyen al mantenimiento de la presión sanguínea, y también nos ayudan a fortalecer el corazón y el sistema inmunológico. Los alimentos ricos en grasas insaturadas son, por ejemplo, las nueces, los pescados azules, el aceite de soja o el aceite de maíz, entre otros muchos.

Las grasas que debes evitar son las conocidas como grasas trans, que son aquellas que se forman a través de un complejo proceso químico conocido como hidrogenación, a través del cual, se convierten las grasas insaturadas en grasas sólidas. Por ello, es recomendable que evites todos aquellos alimentos que en la etiqueta ponga que contienen grasas hidrogenadas.

2) Que no superen el 30% de las calorías que comes cada día

La grasa es un nutriente imprescindible para el organismo, por ello, algunos alimentos ricos en grasas son importantes y no debemos excluirlos de la dieta bajo ningún concepto. Sin embargo, lo que sí debemos hacer cuando queremos adelgazar es controlar las cantidades de grasa que comemos a lo largo de un día, para conseguir el ansiado objetivo de perder peso.

Si quieres empezar una dieta sin grasa, debes tener en cuenta que las grasas no deben de representar más del 30% de las calorías que comes cada día. Puedes conseguir que algunos alimentos sepan igual de deliciosos, simplemente, sustituyendo las salsas por otros aliños más ligeros.

3) Llena la nevera de alimentos quemagrasas

Otra clave infalible para adelgazar siguiendo una dieta baja en grasa es, precisamente, incrementando el consumo de alimentos quemagrasas. Los mejores alimentos para acelerar el proceso de combustión de la grasa y el metabolismo son: el té verde, el yogur, el aceite de oliva, las legumbres, y algunos alimentos muy picantes, como el chile.

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