Una correcta alimentación es fundamental para conseguir mantener sano tu organismo. Existen una infinidad de dietas que suponen diferentes beneficios y objetivos para tu organismo. Pese a ello las dietas que más triunfan son las relacionadas con la pérdida de peso.
A la hora de perder peso o evitar enfermedades relacionadas con la obesidad, más allá de una dieta específica, has de tratar de evitar ciertos alimentos o reducir la cantidad de su consumo.
Si tu objetivo es la pérdida de peso de forma sana y segura, sin tener que recurrir a las dietas convencionales, puedes optar por la dieta del guerrero. Una alimentación para deportistas basada en los tiempos de la Antigua Grecia y el Imperio Romano.
En qué consiste la dieta del guerrero
La dieta del guerrero es un tipo de alimentación desarrollado por Ori Hofmekler que tiene como objetivo conseguir un cuerpo atlético y definido; lo más parecido a un guerrero clásico. Para ello, tu alimentación consistirá en una sola comida fuerte al día: al anochecer.
Para llevar a cabo la dieta del guerrero debes dividir tu alimentación en dos partes: la infraalimentación y la sobrealimentación. Esta última hace referencia a un periodo de 4 horas al día en las que se puede comer; mientras que la infraalimentación supone las 20 restantes.
A la hora de introducir este sistema de alimentación en tu día a día has de tener en cuenta una serie de pautas de la dieta del guerrero:
- Reduce el consumo de alimentos durante el día. Esto hace referencia a la fase de infraalimentación. Tras haber comido fuerte, han de pasar 20 horas para que vuelvas a repetir esa comida. Por lo tanto, si tienes hambre o sientes la necesidad de consumir algún tipo de alimento solo puedes recurrir a snacks como frutos secos o frutas y verduras. También puedes incluir zumos, agua, tés o café en esta etapa.
- Come grandes cantidades por las noches. Da igual lo que consumas en las 4 horas que dura la sobrealimentación. Es recomendable comenzar por las grasas y proteínas, y si se tiene más hambre seguir con los hidratos de carbono. Pero el consumo de alimentos es indiferente siempre y cuando sea durante ese periodo de tiempo.
- Para de comer en el momento que tengas más sed que hambre. Si durante la sobrealimentación la sensación de sed es mayor que el hambre, deberás parar y beber. Si tras 20 minutos de haber bebido sigues con hambre, puedes seguir alimentándote.
A la vez que respetas estos hábitos alimenticios, deberás combinar los ejercicios aeróbicos y anaeróbicos al menos 3 veces por semana para obtener todos los beneficios de la dieta del guerrero.
Cómo adaptarse a la dieta del guerrero
Empezar la dieta del guerrero de un día para otro es una tarea complicada. Y es que este tipo de alimentación tan extremo debe pasar por un proceso de aclimatación, sobre todo para la fase de infraalimentación.
La fase de adaptación a la dieta del guerrero puede oscilar entre 1 y 3 semanas. Para ello se tendrá en cuenta el periodo de infraalimentación. Y es que partiendo de una menor cantidad de horas, irás aumentándolas hasta llegar a las 20 diarias.
Otra manera de aclimatarse a esta alimentación es realizar la dieta por días. Es decir, empezar con un par de días a la semana hasta llegar a la semana completa. La técnica variará en función de lo que te resulte más cómodo y práctico.
¿Habías escuchado hablar de la dieta del guerrero? Sigue sus pautas y añádela como forma de alimentación y descubre las ventajas que supone para tu organismo.