Descargar ebookSabemos lo importante que es tomar agua para que nuestro organismo funcione correctamente. La recomendación de ingerir al menos dos litros diarios es casi un “mandamiento” si queremos estar sanos, bien hidratados y, de paso, contar con una piel envidiable.
Tomar un vaso de agua caliente o templada en ayunas puede resultarte un poco extraño, pero si lo piensas, una infusión, un té o incluso un café, son, en gran parte agua caliente, por supuesto acompañada de otros ingredientes. Por supuesto, debemos tener especial cuidado con la temperatura a la que tomamos el agua, ya que debe estar caliente pero a una temperatura que podamos beber sin sufrir lesiones o daños.
El agua siempre es buena y saludable, es un alimento digestivo perfecto. Tomada en suficiente cantidad ayuda a frenar el envejecimiento prematuro de nuestras células, a eliminar toxinas, a aumentar la elasticidad de nuestros tejidos y a aliviar el trabajo de algunos órganos vitales como el riñón. El hecho de tomarla en ayunas y caliente tiene además otras ventajas.
¿Qué beneficios tiene el agua tibia en ayunas para el organismo?
Es solo agua, así que, no hay argumentos negativos ni posibles contraindicaciones que exijan precaución a la hora de probar a beber un vaso cada mañana, salvo que exista algún problema digestivo o una prescripción médica que desaconseje esta práctica. Algunos de los beneficios que puede proporcionarte este hábito son:
Estimula
El agua templada en ayunas “despierta” y estimula nuestro sistema digestivo sin que se produzca un cambio brusco entre nuestra temperatura corporal y la bebida que estamos ingiriendo. Pese a lo que pueda parecer en un primer momento, es más probable que te siente mal un vaso de agua fría que uno de agua caliente, que puede convertirse en el mejor reconstituyente de cada mañana, aunque luego debe venir un buen desayuno.Con esta sencilla medida, el aparato digestivo se pone en marcha con suavidad y, además, el líquido que has tomado favorece el movimiento intestinal ayudando a combatir el estreñimiento.
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Depura
El efecto depurativo del agua es conocido. Tomarla tibia, recién levantada, supone una ayuda extra y eficaz para deshacerte de las toxinas que tu organismo ha ido acumulando durante la noche. Esa “limpieza interior” puede lograr que empieces el día preparada para todo lo que venga. No solo toxinas, el agua también favorece la expulsión de grasas acumuladas y, si está caliente, será más fácil que éstas se disuelvan. Especialmente si estás pensando en iniciar una dieta desintoxicante o de adelgazamiento, este hábito es un excelente aliado.
Dilata
El agua caliente provoca un efecto vaso dilatador, lo que mejora la circulación sanguínea, la respiración (pruébala si tienes catarro o congestión nasal) y haciendo posible, además, una mayor oxigenación de nuestras células. Sin duda, es un buen freno para evitar el envejecimiento prematuro de la piel).
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Relaja
El calor del agua que tomas de mañana, es también beneficioso a la hora de relajar músculos y articulaciones. De hecho, puede aliviar contracturas ligeras provocadas por una mala postura al dormir. Su poder calmante resulta efectivo, también, para minimizar, por ejemplo, las molestias de la menstruación. Algunos consideran que el agua templada es buena para relajar el sistema nervioso y empezar la jornada con cero estrés.
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Algunos consejos a la hora de tomarla
Son muchas las personas que siguen esta costumbre. Si te animas a probar, incorpora el agua caliente en ayunas poco a poco, incrementando la cantidad de líquido de manera progresiva para ver cómo lo acepta tu organismo.
Toma tu vaso de agua y espera al menos 15 minutos antes de llenarte de energía con un buen desayuno. Es necesario que le des un poco de tiempo a tu metabolismo.
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Si te resulta poco apetecible, prueba a añadir al agua unas gotas o el zumo de medio limón. Así, no solo tendrás los beneficios del agua tibia sino también los de este cítrico alcalinizante, que te ayudará a equilibrar tu pH sanguíneo, y rico en vitamina C, un potente antioxidante.
Y, por último, hay quien prefiere añadir al agua trozos de algunas frutas: piña, pera, manzana, kiwi… para que coja sabor. No es mala idea ¡habrá que probarlo!
