El atún de lata es un alimento muy versátil que permite ser utilizado en muchas recetas de cocina. Además, suele formar parte de la dieta diaria de muchas personas, sobre todo, de las que disponen de poco tiempo para cocinar. ¿Conoces los aspectos positivos y negativos de consumir atún de lata con frecuencia? Te los revelamos aquí.
¿Para qué es bueno comer atún en conserva?
Debido a su alto valor proteico, el atún es uno de los alimentos estrella que no deberían faltar en ninguna dieta pues, por cada 100 gramos de esta conserva de pescado, estamos ingiriendo alrededor de 27 gramos de proteína. Además, constituye un excelente aliado para las personas que realizan mucho ejercicio físico, así como para los niños que se encuentran en edad de crecimiento.
- Al ser un alimento envasado, el atún de lata nos permite comprarlo y almacenarlo durante mucho tiempo en la despensa, sin temor alguno a que pierda sus propiedades nutricionales.
- Su práctico envase lo convierte, además, en un aliado perfecto a la hora de realizar recetas de cocina sencillas, que requieran de poca elaboración como una ensalada, un plato de pasta, una pizza, una empanada, una tortilla, o un rico pisto de verduras.
- Si optamos por el atún de lata natural, estaremos ingiriendo muchas menos calorías que si compramos uno envasado en aceite. Este es un aspecto importante para las personas que cuidan su peso y que les gusta controlar la ingesta de calorías en cada comida.
- Asimismo, su alto contenido en ácidos grasos Omega 3 lo convierten en un alimento ideal para luchar contra el colesterol, así como para prevenir enfermedades del sistema cardiaco y mejorar la fluidez y circulación de nuestra sangre.
¿Existen riesgos por comer atún en lata?
Pese a todos los beneficios que nos aporta la ingesta de atún de lata, también es conveniente tener en cuenta los aspectos negativos de la presencia muy frecuente de este alimento en nuestra dieta.
- Uno de ellos y quizá el más importante, es la alta concentración de mercurio que portan los pescados de variedad azul, y especialmente en el atún. Este metal tóxico es el responsable directo de muchas enfermedades, por ello, las autoridades de seguridad alimentaria recomiendan una ingesta de atún de dos veces por semana, procurando no sobrepasar nunca este límite. Y es que se ha demostrado que las personas que ingieren metales pesados como el mercurio pueden padecer a largo plazo problemas de tipo neurosensorial como enfermedades de la visión o, incluso, sordera.
- Asimismo, si el atún es un pescado con un alto contenido proteico, es conveniente recordar que al consumirlo enlatado hay que optar siempre por su versión natural. Esto se debe a que varios estudios científicos han constatado que el atún conservado en aceite de girasol, de oliva o en escabeche, contiene menos proteínas que el que es envasado al natural.
- A todo esto hay que añadir también que, como cualquier otra conserva, el atún de lata porta un alto contenido en sodio, por lo que consumido en exceso, puede causar un aumento de nuestra presión arterial, así como retención de líquidos.
Por todo esto, los nutricionistas recomiendan consumir unos 100 gramos de atún fresco o de lata entre dos y tres veces por semana o lo que es lo mismo, entre dos y tres latas semanales.