La pimienta es una de las especias más consumidas en el mundo pero, en realidad, poco sabemos de ella. No solo es la responsable del característico sabor picante de muchas recetas, la pimienta posee importantes propiedades que la convierten en aliada de salud y bienestar.
Verde, negra, rosa o blanca son las cuatro variedades más comunes. Pese a lo que pudieras creer, todas proceden de una única planta, la Piper Nigrum, originaria de la India y de las zonas más húmedas de Asia.
- La pimienta verde es el grano de la planta de la pimienta, recién recolectado, sin madurar y prácticamente sin tratar.
- La negra se obtiene dejando secar esos granos.
- La rosa y la blanca se consiguen cuando, una vez recolectados, los granos se someten a un proceso de macerado (agua + salmuera) que hace que pierdan la piel, variando su color.
La pimienta verde y la rosa son las más suaves en cuanto a sabor, pican menos; mientras que la blanca y la negra requieren cierto cuidado en su consumo si no quieres excederte con el picante.
En sus distintas variedades, esta especia se conoce desde la antigüedad y en la actualidad sigue estando presente en infinidad de guisos, adobos o salsas. Frente a los inconvenientes que presenta la ingesta excesiva de sal, son pocas las personas a las que se les haya recomendado eliminar la pimienta de su dieta ¿te has preguntado por qué?
Beneficios de aderezar con pimienta
En grano o molida, especialmente la negra, aporta sabor y actúa de una manera muy concreta en nuestro organismo. La responsable de las particularidades de este alimento es la piperina, un fitonutriente, potente antioxidante, que se solo se encuentra en la pimienta.
Investigaciones recientes se han centrado en las posibles propiedades beneficiosas de la pimienta. Éstas son algunas de las conclusiones que apuntan a que, una ingesta moderada puede tener excelentes consecuencias para nuestra salud en general y digestiva en particular.
Propiedades anticancerígenas
Se cree que la piperina actúa como principio activo inhibidor de cierto tipo de células cancerígenas, especialmente sobre aquellas causantes del cáncer de colon. Sobre todo, tomada en combinación con la cúrmuma, la pimienta proporciona una defensa natural para la salud celular.
Buenas digestiones
La pimienta es un estimulante natural de las secreciones gástricas que hace que el proceso digestivo, de descomposición de los alimentos, requiera menos esfuerzo y las digestiones resulten más ligeras. En este sentido, hay que decir que cuando existen problemas de gastritis o reflujo, su ingesta debe ser limitada porque, aunque facilita la digestión, ese mismo incremento de los jugos gástricos puede llegar a irritar las paredes del estómago y del esófago si se da reflujo. Si no hay este tipo de dolencias, un toque de pimienta supone buenas digestiones y, además, menor presencia de gases.
Recomendable para personas con diabetes
La ingesta moderada de pimienta ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre evitando la hiperglucemia.
Si eres una persona que sufre diabetes, baraja la idea de añadir la pimienta en tu dieta.
Actuación efectiva frente a las grasas
Aderezar con pimienta, por ejemplo una ensalada, es una manera de cuidar la línea y de evitar la acumulación de grasas. Esta especia ayuda a movilizar las grasas contribuyendo a la pérdida de peso y, además, hay que recordar que en sí misma contiene lípidos saludables como la ericolina y en cambio carece de colesterol. Al contrario que la sal, la pimienta ayuda a evitar la retención de líquidos.
Reduce la presión arterial y funciona como vasoconstrictor
Esta especia resulta efectiva, también, a la hora de disminuir la presión arterial, por lo que es aliada de un sistema cardiovascular saludable. Por otra parte, sus propiedades antiinflamatorias y vasoconstrictoras pueden aliviar problemas circulatorios, especialmente las varices.
Con todas estas buenas propiedades, si tienes relegada la pimienta y siempre optas por la sal, recuerda que incorporarla a tus platos te ayudará a cuidarte y a ganar en salud.