Nuestra alimentación puede afectar positiva o negativamente a nuestro organismo, así que debemos buscar siempre una dieta saludable que nos ayude a sentirnos mejor. Una mala alimentación puede ser fuente de problemas cardiovasculares, e incluso de cáncer por culpa de la inflamación del organismo. Sí, hay alimentos que inflaman nuestros órganos así que hay que tomar nota de la lista de alimentos inflamatorios que deberíamos evitar para ahorrarnos estos problemas.

1. El azúcar

Un abuso de los alimentos azucarados suele derivar en un aumento de peso, que entre otras cosas provoca la inflamación de los órganos. Las caries y enfermedades crónicas como el síndrome metabólico o la diabetes de tipo 2 también son fruto del azúcar, e incluso el acné. Por todo esto el azúcar es uno de los peores alimentos inflamatorios.

2. Aceites Vegetales

Los aceites vegetales poliinstaruados (maíz, cártamo, algodón, semilla de uva, semillas de girasol), que se utilizan generalmente en los alimentos procesados y para llevar, tienen muchos ácidos grasos omega-6 mientras que su contenido en omega-3 es escaso. Ese desequilibrio en la dieta produce inflamaciones que pueden derivar en problemas cardíacos o en un cáncer.

3. Grasas trans

No vamos a descubrir ahora los peligros de las grasas trans: aumentan el colesterol malo a la vez que baja el bueno, provocan inflamación, obesidad y resistencia a la insulina. Los fritos, la bollería industrial o la comida rápida están en la lista de alimentos más inflamatorios por culpa de unas grasas trans que también son la puerta para muchas enfermedades degenerativas.

4. La carne

Aquí en realidad tenemos que diferenciar entre la carne de animales de corral procedentes de granjas de engorde y la carne roja. Las aves de corral o los cerdos suelen alimentarse de grano de maíz o soja, que como los aceites vegetales es rica en omega-6 y pobre en omega-3. Por si fuera poco, el hacinamiento y la imposibilidad de moverse libremente provocan un aumento de peso y que se trate de animales con unas grasas muy saturadas.

Respecto a las carnes rojas, la molécula Neu5Gc es la culpable de la inflamación. No la producimos de forma natural, y cuando el cuerpo desarrolla anticuerpos antiNeu5Gc se puede producir una respuesta inflamación crónica. También las se ha demostrado que las carnes procesadas (ahumados, curados, salteados o preservados químicamente) son inflamatorias. Se relacionan con el cáncer de colon o recto y se sospecha que también de los de esófago o pulmón.

5. Los lácteos

Se calcula que un 60% de la población mundial es incapaz de digerir bien la leche, y cada vez son más los estudios que dicen que beber leche en la infancia no debería ser lo normal. Además, la leche y sus derivados son un alérgeno bastante habitual, que provoca inflamaciones, problemas estomacales, diarrea, estreñimientos, urticaria, erupciones cutáneas, acné o problemas respiratorios.

6. El grano refinado

Si bien no constituye un alimento en sí mismo, sí que lo encontramos en un montón de alimentos como el arroz blanco, las harinas blancas, la pasta, fideos, galletas y pasteles o el plan blanco; casi siempre tratados con un exceso de azúcar, sal o sabores artificiales para mejorar el sabor. El grano ha perdido casi toda la fibra o la vitamina B que sí encontramos en el grano natural, lo que deja el grano refinado a la altura de los azúcares. Un consumo abusivo puede provocar inflamaciones que deriven en problemas cardiovasculares, cáncer o diabetes.

Bonus: el alcohol

Hay quien lo considera un alimento y quien no, pero lo cierto es que consumir regularmente altas dosis de alcohol puede provocar la irritación e inflamación del esófago, la laringe o el hígado. A su vez una inflamación crónica puede derivar en un tumor, aumentando el riesgo de sufrir un cáncer.

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