Dulce, carnoso, refrescante y de agradable textura y sabor...El melocotón es una de las muchas frutas que nos acompañan durante la temporada de verano, y una de las más consumidas a lo largo de los meses de más calor. Y es que su consumo en nuestro país se sitúa en torno a los tres kilos por habitante al año.

Sin embargo, y además de todas estas características, el melocotón es también conocido en algunos países asiáticos como 'la fruta de la inmortalidad' debido a las múltiples propiedades que aporta al organismo de los seres humanos.

Beneficios que aporta el melocotón

Una de las características más destacables de esta fruta de verano es su alto contenido en agua (en torno al 86% de su composición), esta cualidad lo convierte en una fruta muy poco calórica y un alimento ideal cuando se lleva a cabo una dieta de adelgazamiento.

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Otro de los aspectos más positivos es el enorme poder reconstituyente del melocotón, gracias a su alto contenido en hidratos de carbono en forma de azúcares simples, lo que lo convierten en un aliado perfecto para las personas que realizan ejercicio físico, y que buscan reconstituir sus músculos después del entrenamiento.

El tercer elemento, además del agua y los carbohidratos, que predomina en el melocotón, es la fibra (con 1,5 gramos por cada 100 gramos de producto), algo que lo convierte en una fruta ideal para personas que padecen de estreñimiento, o para la prevención del cáncer de colon. Además, la fibra favorece el efecto saciante, por lo que resulta ser un magnífico tentempié para comer entre horas.

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Como cualquier otra fruta o verdura de color anaranjado, que se explica por la presencia de beta-carotenos, el melocotón es una excelente fuente de vitamina C, y una solo pieza de esta fruta, aporta hasta el 15% de la cantidad recomendada de vitamina C que necesita el organismo durante un día. Precisamente, y debido a su alto contenido en esta vitamina, el melocotón es una de las frutas ideales para combatir los molestos resfriados durante los meses de primavera-verano, y para fortalecer nuestro sistema inmunológico.

La cumarina, un metabolito secundario que contienen algunas frutas y hortalizas, es otro de los elementos que abundan en la composición del melocotón. Este compuesto químico ejerce, sobre el cuerpo humano, una disminución de la permeabilidad de los capilares, mejorando la circulación venosa. Por lo tanto, el melocotón es también un potente protector vascular cuando éste se incorpora de forma habitual a la dieta.

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A esta fruta se le atribuyen también propiedades de tipo digestivo, y esto es debido a la presencia de vitaminas de tipo B en la composición del melocotón. Y su alto contenido en hierro, en torno a 0,3 gramos por cada 100 gramos de fruta, lo convierten en un alimento recomendable para personas que padecen anemia o algún problema relacionado con la deficiencia de hierro.

Por último, nuestro cabello, nuestra piel y nuestros ojos estarán mucho más sanos si incorporamos esta fruta a nuestra dieta diaria, ya que su alto contenido en beta-carotenos le confieren un poder antioxidante que ayudará a mantener nuestras células en un correcto estado. Y es que los beta-carotenos del melocotón son también grandes aliados para combatir ciertos tipos de cáncer como el de colon o el de pulmón.

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Además de las múltiples propiedades que esta fruta puede aportar en nuestra alimentación, el melocotón es un alimento versátil que te permitirá disfrutarlo de diferentes maneras. En el desayuno puede estar presente en una rica mermelada; en la merienda lo podemos tomar en un refrescante zumo o batido, y a la hora de la cena puede ser el ingrediente perfecto para darle el toque exótico a una refrescante ensalada.