Entre todos los nutrientes que necesita nuestro organismo, el zinc es uno de los mas esenciales para un correcto funcionamiento.

El cuerpo humano precisa de los minerales para optimizar el rendimiento de todos sus sistemas, además de ayudarse con las vitaminas, las enzimas y las coenzimas. La carencia de uno de los minerales puede provocar todo tipo de alteraciones en cadena.

El zinc, mineral indispensable

El zinc, por ejemplo, es vital para la enzima encargada de activar la vitamina A. quien, a su vez, es necesaria para tener buena vista. La carencia de este mineral anula la vitamina y, en este caso, puede provocar ceguera nocturna.

Se destacan varias funciones además de activar vitaminas, por ejemplo:

• Favorece el sistema inmunológico ayudando a mantener el organismo sano y fuerte. Eso nos ayuda a crear resistencia ante las infecciones.
• Coopera en el mantenimiento de las células preservándolas jóvenes por más tiempo y así prevenir el envejecimiento precoz.
• Puede combatir los daños causados por el estrés.
• Es el suplemento perfecto para optimizar la cicatrización por lesiones deportivas o después de una operación. Por lo tanto, el zinc ayuda a tener una recuperación más rápida.
• Este mineral nos proporciona un descanso mayor gracias a su comportamiento con la melatonina, conocida como la hormona del descanso.

¿Qué es exactamente el zinc?

Es un elemento químico vital para el ser humano cuyo cuerpo dispone de unos 40 mg por cada kg de peso corporal.

Ayuda a metabolizar las proteínas y los ácidos nucleicos. Su función, además, es la de estimular la actividad de las enzimas. El metal de este mineral está dispuesto en las proteínas dedo de zinc, en la insulina y enzimas diversas.

Gran parte del zinc lo encontramos en los músculos, en el cerebro, en el hígado o en el riñón. Sin embargo, la mayor concentración de este mineral está dispuesta en las partes de nuestros ojos y en la próstata. El semen, por ejemplo, tiene un alto contenido en zinc, siendo esta particularidad clave en el correcto cometido de la glándula prostática y órganos reproductores.

El zinc incrementa la testosterona, actúa como coenzima en el cuerpo del hombre y previene la degradación de la hormona.

Este mineral también se almacena en ciertas vesículas sinápticas del cerebro. Podemos decir que es un mineral básico para el aprendizaje.

Alimentos ricos en zinc

Podemos encontrarlo en las legumbres, semillas, cereales integrales, marisco, pescado, carnes rojas y magras.

En los alimentos de origen animal se puede destacar el cordero, la carne de cerdo y aves de corral.

En los de origen vegetal está presente en la levadura de cerveza, legumbres, algas, cereales, soja y setas.

El déficit de zinc produce una ingesta insuficiente y su mala absorción, aunque también una excesiva eliminación ocasionado por desajustes digestivos. Al igual que el resto de vitaminas y minerales, este mineral también está disponible en tabletas para los casos de carencia.

Cuales son los síntomas de carencia

Además de perjudicar el sistema inmunitario, las personas son más propensas a contraer más enfermedades. Puede notarse en la pérdida de cabello, lesiones en la piel, daños oculares, diarrea, pérdida de apetito o cicatrices que tardan en cerrar. Por otro lado, la carencia de zinc también puede ocasionar problemas mentales como la irritación, cambios de humor y fatiga mental.

Este mineral se pierde fácilmente a través del sudor, por lo que los deportistas deben proporcionarse de dosis mayores para recuperarlo. No disponer de las cantidades necesarias impide el desarrollo de la masa muscular, provoca desequilibrios en las hormonas haciendo que éstas disminuyan. A su vez, la falta de producción de testosterona impide un desarrollo óptimo de sus funciones y la salud en general.