El fósforo es uno de los minerales más importantes para la correcta generación de los huesos. Además, participa en muchas funciones relacionadas con el bienestar del cerebro, los riñones, el corazón y la sangre.

Mantener las dosis de fósforo adecuadas, interviene en el estado de ánimo y promueve la generación de energía. Debemos saber que, este mineral representa el 1% de nuestro peso corporal y podemos localizarlo en todas las células del cuerpo, especialmente en los huesos y en los dientes.

El fósforo es un mineral que proviene de la tierra, se complementa con otros compuestos inorgánicos terminando siendo absorbidos por las plantas. Al igual que ocurre con otros minerales, la mala calidad de los suelos debido a los productos nocivos utilizados en la agricultura, también puede verse afectado en la cantidad que se genera actualmente. Por eso siempre es recomendable obtener alimentos ecológicos.

Funciones principales del fósforo

• Éste mineral genera estructuras de colágeno en las membranas celulares. Otra de las funciones del fósforo, es la de fabricar material genético o ADN. Constituye parte de los nutrientes como, por ejemplo, las proteínas y las grasas formando los fosfolípidos.
• El fósforo es vital para la obtención de ATP (Adenosín Tri-Fosfato) una molécula que nuestro cuerpo emplea para almacenar energía. Esta es una de sus particularidades importantes, sin ella difícilmente obtendríamos la energía necesaria.
• También es capaz de proporcionarnos alivio en algunos trastornos intestinales como pueden ser el estreñimiento y la diarrea. Los problemas gastrointestinales suelen ser comunes ante la carencia de ciertos minerales. Mantener una dieta muy variada nos ayuda a obtener los minerales necesarios y con ello evitar serias consecuencias.
• El fósforo ayuda a prevenir la pérdida de memoria. Reduce el colesterol junto con la lecitina y forma parte de las enzimas utilizadas en el pH de la sangre. Además de participar en el bienestar de los huesos, también lo hace con los dientes ya que es un gran aliado del calcio. De hecho, sin el fósforo y solo con el calcio, no sería suficiente para tener el refuerzo necesario que requiere nuestro metabolismo. Las personas propensas a tener caries o problemas bucales como, infecciones en las encías, suelen ir precedidas de una carencia de fósforo en el organismo.

Consumo de fósforo en la menopausia

Este mineral interviene en la producción y regulación de las hormonas. Esto significa que, ayuda a mantener en equilibrio a las personas que sufren los trastornos de esta etapa. Hacer hincapié en los alimentos ricos en fósforo ayudará a calmar los síntomas.

Consumir alimentos con grandes cantidades de fósforo ayuda a mejorar el estado de ánimo. También favorece el incremento de energía. A su vez reduce el cansancio físico y mental además de aumentar la percepción de los sentidos.

Alimentos ricos en fósforo

Este mineral está presente en una gran variedad de alimentos. Entre ellos, los más significativos por ser ricos en su contenido son las almendras, las semillas de girasol, el trigo, los huevos, el pescado y las patatas. También podemos encontrarlo de manera natural en la carne, el pavo, el pollo, legumbres, la leche y sus derivados.

Otras fuentes de alimento en las que también obtenemos fósforo, es a través de los aditivos alimentarios, los fosfatos. Estos aditivos están presentes en las salchichas, hamburguesas, quesos o refrescos. Por otro lado, también está presente en los complementos dietéticos además de obtener otras vitaminas.

En los adultos, es recomendable tomar entre 700 y 900 mg diarios de este mineral. Aunque, según las estadísticas, se ingieren entre 1000 y 1500 mg diarios.

Al igual que la carencia de otros minerales y vitaminas, el déficit de este mineral puede desembocar en muchos trastornos cardiovasculares, musculares, renales, neurológicos, entre otros.