Para algunos es la cura de todos los males, incluido el sobrepeso, y otros lo consideran el causante de problemas relacionados principalmente con el aparato digestivo. El vinagre, en principio, es un condimento saludable por sus propiedades beneficiosas pero, como ocurre con casi cualquier otro alimento, en exceso puede resultar perjudicial.

Existen numerosas variedades. El más común es el que procede del vino blanco o tinto, aunque en los últimos años el vinagre de manzana (sidra), considerado el más saludable, ha ganado protagonismo. Vinagre de arroz, de frutas, balsámico, de Módena… tienes donde elegir a la hora de hacer tus vinagretas o preparar distintas recetas.

Las múltiples propiedades que nos ofrece el vinagre

El vinagre es un líquido que procede de una previa fermentación. En la composición de cualquiera de sus variedades destaca la presencia de ácido acético junto a otros ácidos como el málico, contenido especialmente en la manzana, o el gálico. Son estos ácidos los que convierten al vinagre en un potente desinfectante natural, con propiedades antisépticas y antibacterianas.

Además, este condimento indispensable en ensaladas y encurtidos posee otras características que le confieren la etiqueta de saludable:

• Es un buen antioxidante natural dado su contenido en polifenoles, por lo que ayuda a frenar la acción nociva de los radicales libres.

• No solo no contiene colesterol sino que además es un alimento que ayuda a reducir la presencia del colesterol “malo” en el organismo.

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• Es un potente diurético que contribuye a eliminar toxinas favoreciendo también el tránsito intestinal. Utilizarlo como aliño en distintos platos es una buena manera de aliviar problemas tanto de estreñimiento como de retención de líquidos, especialmente en el caso del vinagre de manzana.

Otros alimentos diuréticos para evitar la retención de líquidos

• Algunos estudios apuntan a que el vinagre puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre porque su ingesta ralentizar la descomposición de los hidratos de carbono, algo importante en caso de diabetes.

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• También se le considera un buen aliado contra la arterioesclerosis y la hipertensión, ya que favorece que grasas y toxinas no se acumulen en nuestro sistema circulatorio contribuyendo, en general, a la salud cardiovascular

¿El vinagre adelgaza?

Cualquier tipo de vinagre tiene unas calorías mínimas y es cierto que es un alimento termogénico, que acelera el metabolismo actuando como estimulante en la movilización de las grasas acumuladas, pero no es ningún elixir adelgazante. Depurativo, termogénico y diurético son los tres adjetivos que han hecho que sea considerado una buena ayuda en dietas de adelgazamiento pero hay que insistir en que una ingesta excesiva no es, en absoluto, saludable.

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El vinagre en sí mismo no adelgaza. Solo una dieta equilibrada que lo incluya en distintos platos y un poco de ejercicio son las claves para lograr bajar de peso.

Efectos secundarios del vinagre si abusamos de él

Su exceso en la alimentación puede provocar serios problemas gastrointestinales. Hay que recordar que está compuesto por potentes ácidos que si bien destruyen microorganismos nocivos, también pueden llegar a dañar nuestra sensible flora intestinal. Especialmente las personas que padecen gastritis, tiene una hernia de hiato o sufren excesiva acidez y reflujo deben limitar su consumo. Por otra parte, algunos expertos señalan que en dosis elevadas, el vinagre dificulta la absorción del calcio y, a largo plazo, su ingesta masiva puede desencadenar problemas en huesos y articulaciones.

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Como conclusión, se puede decir que el vinagre es un condimento saludable con el que preparar multitud de salsas y aderezos perfectos para formar parte de una nutrición equilibrada. Las dietas milagro que aseguran que para adelgazar nada mejor que tomar vasos y vasos de vinagre no son recomendables y pueden suponer un peligro para la propia salud.