Muchas veces nos dejamos bastante dinero en medicamentos, pastillas y otros productos artificiales en busca de un tratamiento o para prevenir dolencia o problemas de salud, sin saber que existen alternativas naturales. Una de ellas son las bayas de saúco, un alimento con un montón de beneficios para nuestra salud y que estamos redescubriendo. Estas bayas son el fruto del saúco, un árbol que crece un la mayoría de climas; y que podemos comer de muchas formas siempre que estén maduras -si aún no han madurado pueden ser tóxicas-.

Puedes comer bayas de saúco crudas o exprimirlas en un delicioso zumo. Si eres de los que hacen mermelada casera o postres como púdines también puedes utilizar las bayas de sauco, e incluso se utilizan para hacer vino de saúco. También hay quien las utiliza en salsas, sopas o ensaladas; y en el mercado también tenemos extractos, cápsulas o zumos de baya de sauco. Pero cuidado, durante el embarazo y la lactancia conviene evitarlas, y en algunas personas pueden provocar reacciones alérgicas.

Propiedades nutricionales de las bayas de saúco

Las bayas de saúco son ricas en minerales, ya que nos aportan potasio, fósforo, calcio, hierro o magnesio. También encontramos vitaminas A, vitamina C y varias vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5 y B6), antocianinas, ácido clorogénico o ácido cinámico que les conceden ese valor terapéutico. Un 79% de las bayas es agua, solo tienen un 0,5% de grasa y carbohidratos, un 7% de fibra o un 0,7% de proteína. Y cada 100 gramos de bayas de saúco que tomemos tan solo estaremos ingiriendo 70 calorías.

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Todas esas vitaminas de las que hablábamos antes hacen que las bayas de saúco ayuden a reforzar el sistema inmunológico, previniendo esas gripes y resfriados tan habituales cuando se acerca el frío. Las bayas, o mejor dicho su jugo, son antibacterianas y antivirales; y contiene antioxidantes naturales como los bioflanoides o las antocianinas que más allá de proteger al sistema inmune tienen propiedades contra el envejecimiento prematuro. Así, nuestra piel tiene un aspecto mucho más saludable.

Estos antioxidantes, junto a los antiinflamatorios que nos aportan, son buenos para la salud de los huesos. Problemas como la artritis reumatoide o los dolores en las articulaciones se ven aliviados gracias a las bayas de saúco. Sus propiedades antiinflamatorias también hacen que reduzcan el dolor o las aflicciones. De hecho, la medicina popular utiliza las bayas de saúco para hacer frente a todo tipo de dolores e inflamaciones.

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Otros beneficios de comer bayas de saúco

Entre los beneficios de las bayas de saúco también encontramos los del sistema digestivo, pieza clave en nuestra salud. La enorme cantidad de nutrientes que nos aportan estimulan las glándulas digestivas para aumentar la secreción de jugos digestivos. Ya hemos dicho que las bayas de saúco tienen un importante contenido de fibra dietética, que nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal. Es beneficiosa cuando sufrimos problemas de estreñimiento o tenemos gases acumulados en el estómago; y aunque sean laxantes también nos ayudan en casos de diarrea o cólicos.

Como todos los alimentos ricos en antioxidantes, las bayas de saúco son anticancerígenas. Luchan contra los radicales dañinos, previniendo la formación de tumores y destruyendo las células cancerosas existentes. Y esto no es todo, porque las bayas de saúco ayudan a mantener a ralla el colesterol, es recomendable para las personas con diabetes ya que estimula la secreción de insulina, regulando también los niveles de glucosa en nuestra sangre.

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Ya ves que las bayas de saúco son muy beneficiosas para nuestra salud, y tenemos la gran suerte de poder disfrutar de ellas de muchas maneras así que no lo dudes y aprovecha sus propiedades. Por cierto, si eres de los que no pueden evitar picar entre horas, su escaso aporte calórico y el buen sabor de boca que nos dejará las convierten en la opción perfecta.