La intolerancia a la lactosa es uno de los problemas más comunes hoy en día entre la población respecto a alergias o intolerancias a algún alimento. El ser humano saca mucho provecho de la leche de cualquier animal, tanto para beberla como tal como para preparar otro tipo de alimentos como yogures, quesos, etc… Es por eso que sufrir esta intolerancia nos puede llevar a no poder consumir ningún alimento lácteo, reduciendo en mucho el aporte de calcio que recibimos, porque además, desde siempre hemos tenido a los lácteos como nuestra principal fuente de calcio.

Este mineral es uno de los más importantes de nuestro cuerpo, así como el más abundante. Necesitamos grandes aportes de calcio para mantenernos sanos, sobre todo para nuestros huesos y nuestros dientes, que están muy relacionados con este mineral. Por eso, las personas con intolerancia a la lactosa que no puedan obtener el calcio a través de la leche o sus alimentos elaborados deben buscar otro tipo de alternativas. Por suerte, la naturaleza no juega todo lo que tiene a una sola carta, y desde luego, hay muchos más alimentos que nos pueden aportar calcio, más allá de los propios lácteos. Aquí haremos un repaso de los más importantes.

Alimentación a base de calcio para intolerantes a la lactosa

Empezando por el mar, por ejemplo, donde podemos encontrar muchos pescados que son una magnifica fuente de calcio, como el salmón o la sardina. Estos pescados además suponen una fuente nada desdeñable de otros minerales y nutrientes, como el fósforo o el Omega 3, también necesarios para un correcto funcionamiento de nuestro organismo. El salmón también nos aporta grasas saludables, su aporte calórico no es demasiado importante y está delicioso, en cualquier receta que lo pongamos, ya que se puede combinar con un montón de ingredientes, siendo una alternativa perfecta para aquellos intolerantes a la lactosa que busquen buenos aportes calcio.

Otro buen aporte lo encontramos en la fruta, más concretamente en la naranja. Siempre nos han dicho que debemos consumir especialmente esta fruta por ser rica en Vitamina C, que nos ayuda a mantenernos sanos y protege nuestro sistema inmunológico. Sin embargo, muchos se sorprenderán al saber que el aporte de calcio de la naranja es superior al de la vitamina C. Y eso no quita que, al comerla, también recibamos los beneficios anteriormente descritos de dicha vitamina. El aporte de calcio de una pieza de naranja es casi del 50% de lo recomendado de consumo diario, por lo que puedes imaginar el bien que nos hará si lo combinamos, por ejemplo, con el salmón o con el siguiente alimento, el tofu.

Y es que esta alternativa al queso, cada vez más popular gracias a las personas veganas contiene también un gran aporte de calcio para nuestro organismo. Mucho del tofu que encontramos en las tiendas ha sido implementado con sal de sulfato de calcio, lo que le convierte también en una gran fuente de este mineral para todos aquellos que no puedan disfrutar de la lactosa. Su sabor intenso y su textura permite aprovecharlo para multitud de platos, siendo uno de los mejores reemplazos posibles para el queso.

También los frutos secos suponen un buen aporte de calcio para nuestro cuerpo, especialmente las avellanas y las almendras, que son junto a las sardinas los alimentos naturales que más calcio contienen. Los pistachos también son una buena fuente de este mineral, aunque su aporte es algo menor que el de los otros frutos anteriormente nombrados. Y con todo esto se demuestra que la leche y sus derivados no son los únicos alimentos que pueden ofrecernos ese calcio que necesitamos, sino que existen multitud de ellos, y podemos consumirlos perfectamente en una dieta equilibrada y sana.

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