Dos, tres y hasta cinco tazas de café al día. Es un acto diario para millones de personas, y pocas pueden pensar que esto se convierte en una adicción. Lo cierto es que la adicción a la cafeína es uno de los principales males del siglo XXI y afecta a muchas personas en la actualidad.
La Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) ha presentado un informe donde recomienda que la dosis diaria de cafeína no debe superar los 400 mg por día, mientras que en siete de cada 13 países este mínimo diario suele ser mayor. El estudio nos da más datos, pues establece que la cafeína llega al torrente sanguíneo de forma bastante rápida, sobre los 30 min después de haberse consumido, después se distribuye en el organismos y se expulsa por la orina como la gran parte de alimentos y líquidos.
Principales causas de la adicción a la cafeína
Otros estudios, como el de la Universidad de Edimburgo, identifican por qué tantas personas tienen adicción a la cafeína. Concluye que la tolerancia a la cafeína está directamente relacionada con la genética de cada individuo, pues hay un gen que reduce la capacidad de las células para descomponer la cafeína y ello hace que permanezca más tiempo en el cuerpo.
La cafeína es una sustancia estimulante que aumenta el nivel de hormonas de estrés en el organismo, además de incrementar los niveles de dopamina en el cerebro. Esto nos pone en alerta, nos ofrece una sensación de energía y hace aumentar nuestra capacidad de atención pasados 40 min de tomarla. Cuando una persona se encuentra muy habituada al café durante bastante tiempo, empieza a surgir la dependencia. Otros estudios determinan que beber alrededor de seis tazas de café al día son suficientes para tolerar esta sustancia y pasar a convertirse en un adicto. De todas maneras ello depende de las condiciones físicas y psicológicas de cada persona.
Principales síntomas de la adicción a la cafeína
¿Sabías que un abuso de la cafeína puede producir efectos negativos sobre el organismo? Las personas que toman cafeína en exceso, y por tanto, podrían ser adictos a ésta, experimentan una serie de síntomas:
- El nerviosismo y la inquietud.
- Mareos
- Hipertensión
- Aumento considerable de la frecuencia respiratoria y temblores
A la larga, los síntomas son más evidentes y perjudiciales como el insomnio, la ansiedad, o bien la dificultad con las habilidades motoras finas.
Los síntomas son más fuertes cuando la cafeína se está metabolizando en el organismo. Del mismo modo que pueden aparecer éstos y otros síntomas cuando alguien deja de consumir cafeína de golpe, cuando lo ha hecho de forma habitual. Se puede experimentar irritabilidad, dificultad para concentrarse y náuseas. Ello es debido a que el cuerpo se ha acostumbrado a la ingesta de cafeína y, de alguna manera, la pide, reaccionando de esta manera.
Cómo combatir la adicción a la cafeína
Dejar la cafeína de golpe puede aumentar los síntomas. Lo mejor es hacerlo de forma progresiva y gradual. Cada día iremos disminuyendo la cantidad de cafeína y bebidas con cafeína que solemos ingerir, sea en el desayuno o en las comidas. Otras recomendaciones pasan por empezar a cuidarse con el aumento de alimentos saludables, como frutas o verduras, además de poder substituirla con una pieza de chocolate negro, de vez en cuando, para contrarrestar los efectos de la cafeína.
Los zumos de fruta se posicionan como las mejores alternativas a la cafeína, además de poder picar algo, siempre saludable, y tomar ciertos suplementos que nos reactiven y nos den la energía, que, a priori, ofrecía esta sustancia. Una vitamina saludable es el ginseng, que además aporta diversos beneficios al organismo. Todo ello se debe combinar con la práctica de ejercicio para abrir nuestra mente, encontrarnos activos y mejor, y poco a poco no necesitar la cafeína de forma diaria.