Deberíamos tomar al menos un litro y medio diario porque el agua es esencial para la propia vida, para mantenernos sanos, hidratados y con una temperatura corporal adecuada. Persiguiendo este objetivo, cada vez son más las personas que optan por el agua embotellada, considerándola más saludable que la del grifo pero ¿realmente es mejor?

Diferentes aguas embotelladas

Hay que tener claro que no todas las aguas que encontramos en el supermercado son iguales. La principal distinción entre ellas radica en su origen y, atendiendo a él, pueden clasificarse en dos grupos:

Aguas minerales naturales

Son las que proceden directamente de acuíferos y no han sido tratadas, por lo que mantienen su composición natural inalterable. Es agua de lluvia o de nieve derretida que se ha ido filtrando hasta el interior de la tierra y es de ella de donde proceden los minerales que contiene. La mayoría de las aguas embotelladas de venta habitual son de este tipo y merecen el calificativo de natural porque el embotellado se ha realizado a pie de manantial.

Aguas potables elaboradas

Son también de consumo generalizado pero no son aguas minerales naturales. En este grupo está incluida el agua corriente, la del grifo, que, por supuesto, es potable y antes de llegar hasta nosotros ha recibido distintos tratamientos químicos y microbiológicos, principalmente la cloración, para su total desinfección y seguridad alimentaria. También tienes aguas embotelladas elaboradas, es decir, no naturales. Éstas, al igual que la del grifo, han sido tratadas y pueden contener minerales añadidos para dotarlas de propiedades específicas.

fizkes || Shutterstock

Ventajas de beber agua embotellada

Las aguas que consumimos en botella tienen un grado de mineralización mayor o menor que depende del sedimento seco que aporten al organismo. Es precisamente ese contenido en determinados minerales lo que supone una ventaja, aunque no para todo el mundo. Algunos ejemplos:

• El agua de mineralización débil ayuda a eliminar toxinas (al igual que el agua corriente) pero suele ver incrementado sus efectos diuréticos y depurativos. Por tanto, es un "pro" si queremos evitar la retención de líquidos y seguir una dieta de adelgazamiento.

• Las aguas embotelladas que presentan mayores cantidades de calcio, esencial en la formación de huesos y articulaciones, son especialmente recomendables para niños que están creciendo y para personas mayores.

•  Como ventaja adicional del agua mineral natural embotellada hay que recordar que puede considerarse un alimento natural, lleno de buenas propiedades.

Desventajas de tomar el agua embotellada

La crítica principal a la que se ve sometida este tipo de agua es que muchos de los envases contienen bisfenol A, una sustancia utilizada principalmente para endurecer el plástico. Algunos estudios apuntan a que este elemento, con el tiempo, puede pasar al agua contenida en la botella y así a nuestro organismo. Se considera que este elemento químico puede influir en la aparición de determinadas enfermedades relacionadas con el sistema nervioso, reproductivo e incluso con alteraciones del tiroides.

También es importante conocer la composición en sodio de un agua determinada, ya que, si es elevada puede ser un inconveniente para las personas con hipertensión que requieran de una dieta hiposódica.

Sergei Domashenko || Shutterstock

Los minerales esenciales y beneficiosos que aportan las aguas embotelladas pueden resultar poco aconsejables en determinadas situaciones, por ejemplo, cuando existen deficiencias renales. Un agua de alta mineralización exigirá un mayor trabajo de filtrado a nuestros riñones.

Además, otro de los inconvenientes que hay que señalar es precisamente el hecho de la enorme cantidad de envases, la mayoría no reciclables, que el consumo de agua embotellada genera. Un problema medioambiental cada vez más importante.

En definitiva, el agua embotellada, especialmente el agua mineral natural es una fuente de salud, pero conviene leer el etiquetado sobre su composición para estar seguros de que los minerales que nos aporta suponen siempre un beneficio y no un perjuicio para nuestra salud y bienestar.