Controlar la cantidad de sodio que ingerimos diariamente a través de la alimentación, es una clave fundamental a la hora de evitar enfermedades del corazón y en general, de todo el sistema cardio-vascular.
Sin embargo, al igual que cualquier otro mineral, el sodio está presente en muchos alimentos, e interviene en muchos de los procesos biológicos que tienen lugar en nuestro organismo, como es el caso, por ejemplo, de todos aquellos mecanismos que regulan el volumen de nuestra sangre o en la generación de los impulsos nerviosos que se transmiten desde el cerebro al resto de nuestros órganos.
Por todo ello, es importante tener en cuenta la cantidad diaria recomendada de sodio que debe ingerir cada persona (en función de su edad) dentro de su dieta habitual. ¿Sabes cuál debe ser la ingesta máxima por día?
No más de 6 gramos de sodio
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la cantidad diaria recomendada (CDR) de sal que consumen los adultos, no debe exceder los 6 gramos por día. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada gramo de sal no está compuesto exclusivamente de sodio, sino que también contiene cloro.
En este caso, cada gramo de sal contiene un 40% de sodio, y el 60% restante es cloro. Por ello, la OMS recomienda que el consumo de sodio no exceda los 2.500 miligramos por persona y día.
¿Es la sal tan perjudicial para la salud?
Sin embargo, y pese a las recomendaciones que nos facilitan las instituciones y organismos que velan por nuestra salud, el consumo diario de sodio es bastante superior al recomendado, ya que se estima que cada persona ingiere entre 10 y 12 gramos de este mineral cada día.
¡Ojo con los alimentos! También contienen sodio
Además del bote de sal que utilizamos para cocinar diariamente, existen muchos otros alimentos cuyo contenido en sodio es mucho más elevado de lo que pesamos. Evidentemente, el salero que nos llevamos a la mesa o con el que preparamos la comida cada día, es la mayor fuente de sodio que podemos encontrar en el conjunto de los alimentos. Por ello, es importante llevar cuidado y respetar siempre la Cantidad Diaria Recomendada de este mineral al cocinar.
Sin embargo, son también muchos alimentos frescos los que contienen altos índices de sodio en su composición química, algo muy a tener en cuenta para poder controlar el consumo. Este es, por ejemplo, el caso del queso, especialmente el curado, que es el alimento fresco con una mayor concentración de sodio.
Pero también los huevos, las carnes, las vísceras, los pescados, y los lácteos contienen sodio en su composición. En general, todos los productos de origen animal que consumimos diariamente contienen sodio en mayor o menor medida.
Según los expertos, los alimentos frescos no son los que deben preocuparnos, ya que a la hora de ingerir sodio en grandes cantidades lo hacemos, sobre todo, a través de alimentos procesados y no a través de productos frescos.
Y es que la sal es un conservante perfecto en la fabricación de ciertos alimentos como, por ejemplo, en el jamón serrano (o embutidos en general), las patatas fritas, los productos de bollería, o las sopas y purés de sobre, entre otros muchos productos.
Además de los alimentos procesados, hay que llevar cuidado con la cantidad de sodio que contiene el agua envasada que consumimos, ya que el agua es también una fuente natural de este mineral.
Se calcula que unos 100 gramos de agua nos aportan unos 5 mg de sodio. Por lo tanto, si bebemos alrededor de un litro de agua al dia, el consumo de sodio puede alcanzar los 5.000 mg. Por ello, resulta muy recomendable comprar aquellas marcas de agua que indican que contienen un bajo contenido de sodio en su composición y que, además, suelen ser las más idóneas para la preparación de alimentos infantiles.
Si necesitas reducir el consumo de sodio, es necesario conocer cómo dar sabor a tus comidas sin sal, para que no abusemos de este condimento.