Aunque nos cueste creer, originariamente las calabazas se cultivaban por su piel y sus semillas, no por su carne. También conocidas como pipas o pepitas de calabaza hoy en día las retiramos de la calabaza y, tras hervirlas con agua y sal, las tostamos. Se pueden utilizar en ensaladas, comerlas tal cual o incluso caramelizarlas antes de añadirlas a barritas de cereales caseras. Hay muchas formas de consumirlas, igual que nos aportan una larga lista de beneficios. Vamos a ver los más destacados.
1. Son antioxidantes
La presencia de la vitamina E, los betacarotenos, el selenio y el zinc hace que las semillas de calabaza sean un potente antioxidante natural, que nos ayuda a tener las células en buen estado. Son una buena herramienta de prevención ante el efecto de los peligrosos radicales libres, y mantienen nuestro organismo joven y a salvo del desarrollo de ciertos tumores cancerosos.
2. Cuidan la piel
Todos estos componentes antioxidantes también nos ayudan a cuidar de la piel, ya sea a la hora de curar una herida o para reducir los efectos del acné. También es muy interesante la presencia de la tirosina, precursora de la melatonina, por lo que si quieres seguir una dieta que facilite el bronceado, en especial en los meses del verano, no lo dudes y añade las semillas de calabaza a tu menú.
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3. Problemas de próstata
Los hombres en general deberían comer semillas con calabaza con regularidad, ya que entre otras cosas ayudan a prevenir la hiperlapsia prostática o agrandamiento de próstata. La “culpable” es la cucurbitacina. Pero no solo ayuda a prevenir la hiperlapsia, también se trata de un potente alimento diurético que te ayudará a vaciar la vejiga si sufres un agrandamiento y tienes problemas para orinar. También ayudan a reducir el riesgo de sufrir cálculos renales.
4. Son ricas en zinc
Siguiendo con los beneficios de las semillas de calabaza para los hombres, el zinc -junto a la arginina- ayudan a la creación de espermatozoides, siendo un buen instrumento natural para hacer frente a la infertilidad masculina. Ya fuera de lo que son exclusivamente beneficios para hombres hay que destacar que esta presencia de zinc contribuye a retrasar el deterioro de la densidad mineral ósea, por lo que comer pepitas de calabaza es recomendable si sufres osteoporosis.
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5. Ayudan a mejorar la calidad del sueño
Las semillas de calabaza contienen una cantidad muy importante de tripófano, un aminoácido que se convierte en serotonina. A su vez la serotonina se convierte en melatonina. Si decimos que la melatonina se conoce como la hormona del sueño llegamos fácilmente a la conclusión de que comer semillas de calabaza unas horas antes de acostarnos nos ayudará a tener un sueño más placentero y reparador.
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6. Son una fuente de grasas saludables
La mayoría de pepitas procedentes de vegetales que encontramos en el mercado son una importante fuente de grasas saludables, empezando por el omega 3 y el omega 6, dos ácidos grasos sin los que no podríamos vivir. El omega 3 ayuda a reducir el colesterol, reduce las inflamaciones provocadas por la artritis, la hipertensión o reduce el riesgo de desarrollar un cáncer de mama; mientras que el omega 6 es beneficioso para el aparato circulatorio y además es un potente antiinflamatorio a la hora de tratar los dolores del síndrome premenstrual.
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7. Son un alimento saciante
Aunque hay que andarse con cuidado debido a las calorías que tienen por culpa de esos ácidos grasos saludables de lo que acabamos de hablar, hay que destacar que si comemos semillas de calabaza con mesura nos ayudarán a sentirnos llenos y habremos podido disfrutar de todas sus propiedades nutricionales y de los beneficios que aportan a nuestro organismo. Además al combatir los parásitos intestinales y ser buenas para el síndrome del intestino irritable te ayudarán a tener una digestión mucho mejor.
