¿Cuántas veces habrás escuchado ese famoso dicho popular que afirma: 'más vale prevenir que curar'? Pues a partir de ahora, puedes aplicarlo también a tu salud bucodental, ya que cuanto más y mejor cuides tu boca, disfrutarás también durante más tiempo de unos dientes y encías saludables. Y el cuidado bucodental empieza por aquello que comemos. Así, uno de los puntos fundamentales a la hora de tener una buena salud bucodental es tratar de cuidar al máximo nuestra alimentación diaria.

A continuación vamos a ver una serie de alimentos que te ayudarán a llevar una alimentación equilibrada y lograr este propósito, pero conviene recordar además que debes mantener siempre unos cuidados básicos en tu boca, contando también con el asesoramiento de dentistas profesionales, como por ejemplo Abaden Dentistas, que ofrece un exclusivo servicio de sesión clínica en el que el caso particular de cada paciente se presenta ante un grupo de dentistas y especialistas en salud bucodental, con el objetivo de ofrecer siempre la mejor solución.

Consigue una boca sana con estos alimentos

Está científicamente demostrado que ciertos alimentos favorecen la salud de nuestros dientes y nuestras encías. ¿Quieres saber cuáles son?

Productos lácteos

Tanto la leche, como los yogures, el queso o los zumos enriquecidos con leche, son alimentos ricos en calcio y vitamina D, dos nutrientes esenciales que nos ayudan a conservar unos dientes sanos.

En el caso concreto del queso, por ejemplo, se trata de un alimento que tiene una gran cantidad de calcio, y cuando el calcio se mezcla con la saliva, ejerce un efecto protector frente al ácido que causan las caries. Además, se ha demostrado que el queso también es muy efectivo a la hora de reconstituir el esmalte dental.

Frutas y verduras de temporada

Las frutas y verduras de temporada son aquellas que más vitaminas y nutrientes nos aportan en cualquier época del año porque son las más frescas en cada estación. Por ello, tanto las manzanas, como el apio o la zanahoria son los aliados perfectos contra la placa dental y nos ayudan, además, a tener un aliento más fresco.

Asimismo, las frutas y verduras ricas en vitamina C y otras vitaminas antioxidantes, ayudan también a proteger nuestras encías y otros tejidos bucales frente a determinadas bacterias que causan su progresivo deterioro.

En este sentido, muchos dentistas recomiendan comer frutos rojos por su alto contenido en vitamina C y por su alto poder antioxidante, pues estas frutas de temporada tienen un alto poder antibacteriano sobre la placa dental.  Sin embargo, hay que consumirlas con precaución, pues también afectan al color del esmalte dental.

Alimentos ricos en ácido fólico

Desde hace décadas, se ha demostrado que otro nutriente muy favorable en la salud bucodental es el ácido fólico, porque contribuye al crecimiento de las células en todo el organismo, y también en las de la boca.

Si quieres asegurarte una buena ingesta de ácido fólico en tu alimentación habitual, debes consumir, ante todo, verduras y vegetales de hoja verde (espinacas, acelgas, lechuga, berros), y también puedes recurrir a algunos suplementos alimenticios ricos en este tipo de vitamina B, como por ejemplo, la levadura de cerveza.

Además de seguir una correcta alimentación durante todo el año, hay que tener en cuenta que el verano es una época en la que mucha gente tiende a descuidar su salud bucodental y la dieta. Por ello, recuerda siempre que has de cepillarte los dientes tres veces al día y durante al menos, dos minutos por cada cepillado.

Concretamente, debes cepillarte después de cada comida, y siempre antes de irte a dormir. Asimismo, los dentistas reconocen que el mejor cepillado es el que va desde la encía hacia el borde del diente, cepillando siempre tanto la encía como la cara interna y externa de los dientes. Además, para conseguir unos mejores resultados, debes utilizar también el hilo dental una vez al día y ayudarte con enjuagues bucales.

Si te cepillas los dientes correctamente después de cada comida, ayudarás a conservar unos dientes sanos, sin caries, y a mantener el color de tu esmalte.