Cuando finaliza una temporada en la que se suceden las comidas pesadas o necesitamos perder peso para vernos mejor, solemos optar por realizar una dieta. Pero en realidad el objetivo de seguir una dieta no debería ser perder peso sin más, sino centrarse en encontrar nuestro peso ideal y alcanzarlo de forma sana y consecuente.

Son muchas y muy diferentes las dietas que podemos seguir, pero es fundamental elegir aquella dieta que va a ser más efectiva o que resultará más saludable para cada uno en función de las características de cada persona y su metabolismo y situación actual.

Diferentes tipos de dieta y su adecuación a nuestro caso personal

Elegir la dieta que mejor vaya a funcionarle a cada cuerpo es vital para notar cambios con mayor rapidez y mantener un peso equilibrado a lo largo del tiempo. Por supuesto, es fundamental que las personas que las realizan lo hagan de forma saludable, para evitar la aparición de anemia, falta de hierro o de calcio.

Para ello, nuestro consejo es que busques siempre el asesoramiento de un profesional de la nutrición antes de empezar con cualquier dieta. A continuación tienes 4 de las dietas más conocidas que puedes encontrar:

• La dieta mediterránea es aquella en la que abunda el consumo de aceite de oliva (muy bien valorado entre los expertos), cereales, lácteos, carne roja, pescado, fruta fresca y mucha agua para mantener constantemente el cuerpo hidratado. No existen demasiados elementos prohibidos en esta dieta, ya que se considera de las más variadas y saludables para el organismo. No es solamente una dieta, es un estilo de vida.
• El método Dukan tiene como finalidad que cada persona llegue a su “peso justo” y pueda mantener dicho peso sin problemas, aunque debes consultar a tu médico para que te informe sobre la adecuación de seguirla en base a tus características personales. Esta dieta está formada por 4 fases diferentes: la fase de Ataque, en la que solo se pueden consumir proteínas puras procedentes de los animales. En la segunda, la fase de Crucero, es en la que llegaremos a ese “peso justo” combinándolo con ejercicio físico. La tercera fase es llamada la de Consolidación, en la que hay que mantener el ejercicio físico diario para mantener el peso justo alcanzado en la fase anterior. La última fase del método Dukan es la de Estabilización, en la que debe existir un compromiso con el cambio de hábitos alimenticios para que no repercuta en un aumento de peso.
• La dieta DASH está recomendada para aquellas personas que sufren hipertensión, ya que es baja en sal y también en grasas. Pero, además de prevenir posibles problemas de salud, ayuda a adelgazar. ¿Cómo se debe cocinar en la dieta DASH? Principalmente evitando sazonar las comidas con sal, sustituyéndola por hierbas y especias, y también eliminando los pescados y carnes grasas. La variedad de alimentos durante todo el día es la clave del éxito de esta dieta.
• Pero no todas las dietas están pensadas para bajar de peso y tampoco todas las personas que realizan dietas lo hacen con esa finalidad. Existen dietas, como la Dieta Perricone, que sirven para regenerar el cuerpo a través de las células y de ese modo rejuvenecer la piel desde el interior para sentirnos más jóvenes. ¿Qué alimentos se incluyen en esta dieta? Yogur, verduras de hoja verde, chocolate puro, frutos rojos, mucha agua para hidratar el cuerpo, salmón salvaje y, por supuesto, aceite de oliva.

Cualquier dieta puede resultar efectiva si somos conscientes de que debemos comprometernos a alcanzar un peso saludable en consonancia con nuestra constitución y a  cambiar de hábitos. Entre ellos, es indispensable consumir mucha agua, realizar ejercicio físico para acompañar cualquier dieta y, por encima de todo, comer adecuadamente sin pasar hambre.

Recuerda acudir a un experto nutricionista que te aconseje cuál es la que se adapta a tu caso concreto, ya que seguir una dieta que no esté en consonancia con nuestra situación y características personales puede ser contraproducente.