Francia es un país con un bajo porcentaje de población con sobrepeso y con una baja tasa de obesidad. Y esto se debe, en parte, a que la gastronomía francesa es una de las más saludables y equilibradas del mundo.

La gastronomía francesa cuenta con una gran variedad de recetas e ingredientes cien por cien naturales y saludables, por ello, ha servido de inspiración para las dietas de otros muchos países del mundo.

¿Por qué la gastronomía francesa es una de las más sanas y nutritivas?

Aunque en Francia se consume mucho queso (sobre todo en los postres) y mucho pan con todas las comidas del día, los franceses mantienen una tasa de obesidad relativamente baja en comparación con otros lugares del mundo.

Y el secreto de esto parece residir en algunas de las costumbres gastronómicas que lleva la población francesa y que todos deberíamos poner en práctica para tener unos hábitos alimenticios más saludables:

Tomar alimentos naturales y de calidad

La mayor parte de los alimentos que se pueden comprar en mercados y supermercados de Francia son productos de alta calidad. Además, los franceses consumen una alta cantidad de productos frescos en su dieta diaria, como las frutas, las verduras, las carnes y los pescados.

Esto es una gran ventaja, sobre todo, para las personas que no tienen mucho tiempo para cocinar, ya que no tienen que abusar de la comida rápida y pueden consumir un alimento fresco a la plancha en cualquier restaurante del país.

Almuerzos fuertes y cenas frugales

Otro de los secretos que albergan los hábitos gastronómicos de los franceses reside en que los almuerzos son muy sustanciosos y las cenas son poco copiosas. De hecho, en Francia, el almuerzo es la comida más importante del día y es la principal fuente de energía para llegar al final de la jornada.

En cambio, la cena es una comida mucho más ligera, con el objetivo de no irse a la cama con el estómago demasiado lleno.

Comer despacio y de forma consciente

Los franceses saben disfrutar de cada comida como se merece porque se toman su tiempo para comer. Esto les permite ser más conscientes de los alimentos que están ingiriendo en cada comida, así como de disfrutar más de cada plato.

De hecho, en ciudades como París, los franceses cuando van a tomar el almuerzo acostumbran a hacer un ‘stop’ de todas sus actividades para disfrutar de la comida de una forma más consciente.

Ensaladas, la base principal de las comidas

La gastronomía francesa está considerada una de las más saludables y equilibradas del mundo, principalmente, porque la guarnición en la mayoría de las comidas son las ensaladas.

Además, los aderezos que ponen en estas ensaladas son más saludables que los que se consumen en otros países del mundo pues, en vez de utilizar salsas, en Francia es más común aderezar las ensaladas con aceite, limón o vinagre.

Pero además de las ensaladas, en la gastronomía francesa la gran mayoría de recetas contienen verduras y hortalizas frescas que hacen que los platos tengan un alto valor nutritivo y un bajo aporte calórico.

Alta calidad de los ingredientes

La cocina francesa destaca por encima la de muchos otros países del mundo porque en ella, hasta una simple baguette o un sándwich están preparados con ingredientes de alta calidad, como los quesos, los fiambres o los vegetales.

Esto permite que los franceses, aunque tengan que comer de vez en cuando una comida rápida, esta sea una comida de calidad con un bajo aporte de grasas.