El aceite es uno de esos ingredientes fundamentales a la hora de cocinar. Su aroma y sabor permiten darle a las comidas diferentes toques y texturas que potencien el propio sabor de los alimentos.
A la hora de utilizar el aceite para cocinar no solo existe un único tipo, sino que la variedad es amplia y cada uno cuenta con unas características concretas. Los aceites de cocina se consiguen a través de varias fuentes como pueden ser los animales, las plantas, o las grasas sintéticas.
Pese a que muchas veces se tiende al uso de aceites para freír o preparar la comida rápida, el buen uso puede aportar beneficios para la salud. Y es que hay algunos aceites que son más saludables para cocinar que otros.
A continuación te mostramos qué tipos de aceite para cocinar existen, así cómo lo que le aportan al organismo.
Aceites para cocinar: ¿cuál elijo?
Aunque muchas personas y en muchos lugares se emplee el aceite de oliva para todo, la variedad es mucho más amplia que centrarse en uno solo.
Todos los aceites pueden ser válidos para aliñar en crudo, pero no todos para cocinar. Descubre cuáles son los aceites que puedes elegir en la cocina.
Aceite de oliva
El aceite de oliva es probablemente uno de los mejores aceites para cocinar que existen. En función del grado del aceite, su clasificación variará en: virgen, virgen extra, aceite refinado, lampante.
Este tipo de aceite se emplea en cualquier tipo de receta de comida, siendo recomendado por los expertos de nutrición para llevar a cabo una vida y alimentación saludable.
El aceite de oliva también tiene otro tipo de aplicaciones: cosmética, fármacos, jabones...
Aceite de cacahuete
Como su propio nombre indica, este aceite se extrae de tal fruto seco. El aceite de cacahuete, al estar libre de grasas trans, de colesterol y tener bajos índices de grasas saturadas, es de los aceites vegetales más recomendados.
El uso en la cocina del aceite de cacahuete es el de cocinar, freír y aliñar las ensaladas. Aunque también puede sustituir a la margarina.
Aceite de girasol
Proviene de las semillas de girasol, y es uno de los aceites más saludables para consumirlo y para aplicarlo en piel y cabello.
El aceite de girasol se utiliza para cocinar cualquier tipo de alimento, para aliñar las ensaladas, e incluso como sustituto de la margarina.
Aceite de soja
Extraído de las semillas de la soja, se trata de un aceite muy demandado. La peculiaridad de este aceite es que apenas huele, pero si que mejora el sabor de los alimentos que preparamos.
El aceite de soja se usa para cocinar, pero también para adrezar las ensaladas, y para sustituir la margarina y la manteca.
Aceite de coco
El aceite de coco y su aplicación supone numerosos beneficios para salud, aplicándose en terapias para el cabello y la piel. A la hora de consumirlo, puede llegar a paliar problemas digestivos.
En la cocina, este tipo de aceite suele emplearse en los productos horneados, los dulces, la manteca y en cremas de café.
Aceite de sésamo
El principal uso del aceite de sésamo es en cosmético. A pesar de ello, tanto para cocinar como para freír puede emplearse sin problemas.
Aceite de palma
Pese a la polémica que existe en torno a este tipo de aceite, y si es bueno o no para el organismo, el aceite de palma se utiliza a la hora de cocinar. Además de este uso, se puede emplear como sustituto del aceite vegetal y la manteca, así como para aromatizar y aliñar las ensaladas.
Como has visto existen diferentes tipos de aceite para cocinar. Más allá de este tipo de aceites existen otras variedades como el aceite de maíz, aceite de canola, aceite de uva, aceite de mostaza, aceite de almendras, aceite de arroz, entre otros. Ahora está en tus manos decidir cuál quieres emplear en tus recetas.
