Preparar platos saludables para tu dieta suele tener un componente esencial: el aceite. El aceite es uno de los ingredientes presentes en todas las casas, al igual que la sal y las especias. Lo único que les diferencia es que el aceite suele ser un ingrediente fundamental en la cocina. Además, no solo es un elemento que tú mismo puedes añadir a la alimentación, sino que muchos alimentos procesados contienen tanto aceites vegetales como animales.
El aceite de oliva puede ser uno de los aceites más conocidos y que más se emplea, pero no es el único. Existen diferentes tipos de aceites con características concretas. Los aceites que se emplean en la cocina pueden obtenerse de diferentes fuentes como son las grasas sintéticas, las plantas, o los animales, entre otros. En función de su composición aportan beneficios o problemas al organismo.
Cuando se procede a la elección de cuál es el aceite más beneficioso para la salud propia, la composición de estos es la clave. Si un aceite tiene más ácidos grasos monoinsaturados será más saludable que los que contienen ácidos poliinsaturados. En cambio, los aceites con muchas grasas saturadas, obstruyen las arterias y favorecen la aparición del colesterol malo, por lo que serán más perjudiciales.
El aceite puede resultar beneficioso para la dieta si se sabe cómo utilizar cada tipo. Descubre en esta completa guía sobre los aceites los diferentes tipos, sus usos y propiedades para conseguir un consumo adecuado.
El aceite en la cocina: ¿cómo identificar cuál es el más saludable?
El uso del aceite para cocinar es frecuente y diario a la hora de preparar las comidas, cenas, y resto de comidas diarias. Pese a ello, muchos de ellos dejan de ser saludables cuando se calientan o se utilizan para freír.
A la hora de escoger el mejor aceite para la cocina es importante conocer tanto sus propiedades como su composición. De este modo sabrás cuál utilizar en cada caso para obtener los máximos beneficios posibles.
El aceite de oliva: un gran complemento para la salud
El aceite de oliva es, probablemente, el aceite que más se emplee a la hora de realizar comidas y recetas, sobre todo en la dieta Mediterránea. Y es que este tipo de aceite, con un consumo adecuado, puede aportar al organismo numerosos beneficios, tales como la reducción de la tensión, la prevención de infartos, la reducción del riesgo de Alzheimer, entre otros.
A la hora de consumir el aceite de oliva puede tratarse de un hábito saludable, que además no aporte muchas calorías al organismo. Aún así, dependiendo de la forma en que se consuma puede entrañar algún tipo de problema para la salud. Y es que en el caso del aceite de oliva cocinado a altas temperaturas lo convierte en una gran fuente de radicales libres.
Antes de cocinar y emplear el aceite de oliva en tu dieta es importante que conozcas una serie de aspectos relacionados con este tipo de aceite.
Cómo elegir el aceite correcto
Existen diferentes tipos y variedades de aceites para el consumo humano, y no todos contienen las mismas propiedades y beneficios. En función del uso, unos aceites serán más adecuados para el organismo que otro, al igual que su forma de consumo. Descubre cómo elegir el aceite correcto para obtener los máximos beneficios posibles.
Los tipos de aceite que deberías limitar, e incluso ELIMINAR de tu alimentación
Al igual que existen diferentes tipos de aceite que aportan propiedades beneficiosas para el organismo, existen ciertos tipos de aceite los cuales su consumo debe verse reducido para que no afecten de forma negativa al cuerpo. Es importante reconocer las diferentes variedades del aceite con efectos negativos para que puedas ser consciente de a qué estás expuestos si los añades en tu dieta.