Cuando hablamos de hamburguesas, solemos pensar automáticamente en comida rápida, en la que los mejores nutrientes y la elaboración más saludable de la materia prima no son parte de la receta. Pero eso es porque hemos asociado este plato a un tipo de consumo muy particular, que las cadenas de comida rápida han popularizado a través de sus restaurantes ubicados por doquier.

Por eso hoy queremos reivindicar un plato tan saludable como la hamburguesa, que preparada de la manera adecuada es un excelente alimento. Y para ello, vamos a empezar haciendo un breve repaso a su historia.

La hamburguesa es un alimento procesado consistente en carne picada, generalmente de vacuno. Aunque su presentación actual -acomodada entre dos rebanadas de pan con lechuga y tomate- es típica de los Estados Unidos de América, lo cierto es que se tiene constancia de una preparación similar de la carne desde los tiempos de la Antigua Roma, cuando los soldados del Imperio cocinaban carne picada en los largos días de campaña, gracias a la facilidad con la que podían elaborarla y transportarla. Más adelante, en el siglo XVII, el pueblo ruso llevó en barco a Hamburgo el tradicional filete tártaro, que se asentó fuertemente en la vida culinaria de la ciudad. Desde ahí, y con algunos cambios en su elaboración a través de los siglos, los inmigrantes alemanes se lo llevaron consigo a Nueva York en el siglo XIX, donde pronto fue conocido por todos como hamburguer, convirtiéndose en todo un símbolo de Norte América con el paso de los años.

Volviendo a la actualidad, una hamburguesa de calidad tiene el porcentaje justo de grasas y no incluye en su composición colorantes ni conservantes. Y además de estar deliciosa y de ofrecer un sinfín de posibilidades de preparación, contiene una buena cantidad de proteínas, tan beneficiosas para mantener fuertes nuestros músculos y organismo en general.

Como puedes ver, hay hamburguesa más allá de los locales de fast food, y para que te deleites con este sabroso plato y te beneficies de todas sus propiedades, te traemos una deliciosa receta de hamburguesa que hemos preparado. Para ello, hemos utilizado una hamburguesa Brooklyn Town de calidad premium, que se vende ultracongelada en Carrefour para conservar todas sus propiedades intactas, por lo que lo único que hemos tenido que hacer es dejarla descongelar y de ahí a la sartén. Estas hamburguesas están elaboradas empleando el estilo casero de toda la vida, que no añade grasas ni elementos ajenos a la carne, convirtiéndola en una auténtica hamburguesa gourmet. Como reza el envase, su composición es de “100% carne, 0% tonterías”. La nuestra en concreto es de Ternera del Pirineo oscense, cuyos pastos le aportan un sabor inconfundible que nos ha conquistado, por lo que hemos preferido no cubrirla con pan ni otros elementos adicionales, para así poder degustarla en todo su esplendor.

Receta de hamburguesa de ternera acompañada de verdes pastos

Sí, has leído bien: vas a preparar una increíble hamburguesa Brooklyn Town de Ternera del Pirineo que irá acompañada de un verde manto de aguacate, una rodajita de tomate y espárragos, haciendo honor a las magníficas praderas en que se crio. Para ello necesitarás estos ingredientes:

• Una hamburguesa de Ternera del Pirineo (puedes utilizar otras variedades, a tu gusto)
• Media cebolla
• Medio puerro de tamaño mediano
• Un diente de ajo
• Dos espárragos


• Medio aguacate
• Una rodaja de tomate
• Aceite de oliva virgen extra

Una vez tengas todos estos componentes listos, vamos a preparar el acompañamiento de la hamburguesa. Para ello echa en una sartén un chorrito de aceite de oliva virgen extra y a continuación añade un diente de ajo cortado en finas láminas que aportarán sabor a la guarnición. Luego añade la media cebolla picada junto con el medio puerro troceado, los dos espárragos y deja que se cueza todo a fuego lento.

En otra sartén coloca la hamburguesa para que se vaya cociendo y vigílala para que no se pase del grado que deseas. A nosotros nos gusta al punto, así que la hemos puesto al fuego cuando las verduritas iban por la mitad de su proceso de cocción.

Cuando esté lista, colócala en el plato: la estrella de la función está preparada. Tras unos 5 o 10 minutos la cebolla, el puerro y los espárragos deberían estar en su punto, así que colócalos con cuidado junto a la hamburguesa.

Ahora pon una rodajita de tomate fresco sobre el verde manto que has preparado y añade el toque final: unos deliciosos trocitos de aguacate que le darán a tu guarnición una textura y color incomparables. Por último, si quieres puedes añadir un chorrito de aceite de oliva sobre el tomate, así como un pellizquito de sal.

Por fin ha llegado el momento que esperabas. ¡A disfrutar de esta sanísima receta de hamburguesa que querrás degustar una y otra vez!