Los almidones resistentes son un tipo de carbohidrato que está presente en algunos alimentos naturales y aportan interesantes beneficios a la salud. Además de que ayudan a perder peso y reducen el estreñimiento, se ha demostrado que los almidones resistentes son también muy eficaces contra la inflamación de nuestras articulaciones y otros órganos. ¡Analizamos sus ventajas!

¿Cómo actúan los almidones resistentes sobre la salud?

Los almidones resistentes están presentes en algunos alimentos, como el pan sin gluten, los cereales integrales, las legumbres y los tubérculos. Hoy en día, se han convertido en uno de los mejores aliados para cuidar de nuestra salud. Pero, ¿en qué consisten?

Se trata, básicamente, de un tipo de carbohidrato que el organismo no puede digerir por sí mismo, al igual que ocurre con la fibra, ya que es un tipo de almidón que también es resistente a la digestión. En concreto, son las enzimas digestivas las encargadas de romper los almidones cuando estos llegan al intestino y de convertirlos en glucosa para que puedan ser aprovechados por el organismo.

Sin embargo, en el caso de los almidones resistentes, llegan intactos al intestino y desempeñan una labor de alimentar a la microbiota intestinal. Por tanto, entre otros muchos beneficios para la salud, a los almidones resistentes se les atribuye un amplio poder antiinflamatorio. Esto se debe a que, una vez que llegan al intestino y se fermentan, estos almidones crean ácidos grasos de cadena corta que cuentan con propiedades antiinflamatorias.

Pero, además de su poder antiinflamatorio, numerosos estudios científicos han puesto en evidencia que los almidones resistentes son también capaces de reducir el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, puesto que reducen la resistencia del organismo a la insulina.

Al tener un efecto parecido al de la fibra, los almidones resistentes también pueden ayudar en el control de peso, así como a prevenir el estreñimiento. Y, por otro lado, también hay que destacar que contribuyen a reducir los niveles de colesterol en sangre. Como puedes ver, tienen una amplia variedad de beneficios la hora de cuidar nuestra salud.

¿Qué alimentos cuentan con almidones resistentes?

Los almidones resistentes suelen estar presentes en todos aquellos alimentos que son ricos en hidratos de carbono, como es el caso de los cereales de grano entero o de los tubérculos como la patata o el boniato.

• Cereales: Concretamente, se encuentran en cereales como el trigo, el centeno, la cebada, la avena, el arroz, el maíz, el mijo o el sorgo. A su vez, también se pueden encontrar en pseudocereales como el trigo sarraceno, la quinoa, la kañiwa, el teff o el amaranto.
• Legumbres: Las legumbres también son ricas en almidones, especialmente las lentejas, los garbanzos, los frijoles, las habas, los guisantes, los cacahuetes y la soja.
• Tubérculos: Algunos tubérculos como la patata, el boniato, la yuca, la chirivía, la chufa, la maca, el ñame, o la malanga también son ricas en almidón.
• Frutas y frutos secos: Las que más almidones contienen son el plátano macho, las castañas y los anacardos. Por otro lado, también se encuentran presentes en todos los alimentos derivados de estos, como las galletas, la pasta, el pan o la bollería.

Sin embargo, se ha demostrado que para conseguir que estos alimentos transformen sus almidones en almidones resistentes, es necesario que, una vez cocidos, pasen por un proceso de enfriado en el frigorífico durante, al menos, 24 horas. Una vez que han sido enfriados en la parte más fría del frigorífico, se pueden volver a calentar antes de ser consumidos, puesto que el almidón no volverá a cambiar su estructura una vez que ya la ha modificado.

Los expertos en nutrición recomiendan tomar alimentos ricos en almidones resistentes varias veces por semana. Sin embargo, advierten de que, si se ingieren en grandes cantidades, estos alimentos pueden provocar gases.

¿Conocías todos los beneficios que aportan a nuestra salud?