Así afecta la calidad del agua a nuestra piel

Cómo influye la calidad del agua en la piel

Para mantener una piel sana y cuidada, es necesario saber hidratarla correctamente. Sin embargo, la calidad del agua que bebemos y la que tiene contacto directo con nuestra piel juega un papel esencial en su cuidado.

El exceso de cloro, la cal, el sarro y otras sustancias contaminantes pueden afectar al aspecto y al bienestar de nuestra piel. Por ello, una de las mejores soluciones para evitar este problema es consumir un agua de mayor calidad. Por tanto, una buena alternativa es optar por el agua filtrada a través de un descalcificador de agua para grifo.

A continuación, te explicamos cómo influye la calidad del agua en nuestra piel y repasamos una serie de consejos para mantener una piel más sana y bonita. ¡Comenzamos!

¿Cómo influye la calidad del agua en nuestra piel?

El agua es el recurso natural más importante del que disponemos para cuidar nuestro organismo y, especialmente, nuestra piel. A través del agua, podemos metabolizar los nutrientes de los alimentos, conseguimos regular nuestra temperatura corporal y favorecemos un correcto tránsito intestinal.

Se calcula que entre el 60 y el 65% del cuerpo de un adulto está compuesto por agua y al menos un 80% del agua presente en nuestro organismo la obtenemos a través de la ingesta directa.

Por tanto, mantenerse bien hidratado es esencial para cuidar nuestra piel, ya que beber agua regularmente mejora considerablemente su elasticidad. En concreto, podemos destacar que alrededor de un 72 % de la piel es agua. Por ello, una buena hidratación suele ser sinónimo de una piel más sana.


Sin embargo, el agua de baja calidad puede provocar efectos adversos en la salud debido a la alta concentración de nitratos, cal y otros minerales pesados. En este sentido, se ha demostrado que existe una relación directa entre el consumo de agua de baja calidad y la aparición de enfermedades en la piel.

Algunos de los problemas más comunes son los eccemas y la dermatitis atópica. Y, al mismo tiempo, el consumo de agua de baja calidad también se relaciona con las erupciones cutáneas en las zonas de las rodillas, en los brazos, en las manos, en los pies y en el interior de los codos.

¿Cómo mejorar la salud de la piel?

Piel solo tenemos una y por ello tenemos que cuidarla. Para conseguirlo, es importante evitar las exposiciones prolongadas al sol y mantenernos hidratados. Estos son algunos sencillos consejos que te ayudarán a lucir una piel radiante:

Comprobar la dureza del agua

Un aspecto fundamental para saber qué tipo de agua estamos consumiendo es medir su dureza. Se considera que, con una dureza superior a 150 mg/L, el agua contiene un alto grado de cal que puede ser perjudicial para nuestra piel. Para solucionar este problema, contar con un descalcificador de agua para el grifo será la medida más adecuada.

Elegir jabones y cosméticos naturales

A la hora de elegir un cosmético para limpiar e hidratar nuestra piel, deberíamos optar siempre por jabones y cosméticos elaborados con ingredientes naturales, que sean respetuosos con el PH de nuestra piel y mantengan el equilibrio de la epidermis. En este sentido, es conveniente leer con detenimiento las referencias que aporta el fabricante y solicitar consejo al médico o farmacéutico antes de utilizar cualquier producto.

Seguir una rutina de cuidado de la piel

Además de los jabones y cosméticos, los dermatólogos recomiendan secar bien la piel después de la ducha y seguir una rutina para cuidar nuestra piel. El agua de la ducha no es suficiente para mantener una piel hidratada. Por tanto, es esencial aplicar una crema hidratante o una leche corporal que contenga ingredientes naturales y sea respetuosa con la piel.

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