Seguro que habrás escuchado muchas veces la palabra antioxidante o alguna de sus variedades, como por ejemplo detox. Una palabra que aparece relacionada con cremas y cosméticos, bebidas, productos dietéticos y alimenticios, entre otros. Pero ¿sabes realmente qué son los antioxidantes, dónde se encuentran y para que sirven? Quizás no lo sepas pero las vitaminas son una de las principales fuentes de antioxidantes que pueden ayudar a nuestro organismo a mantener unos niveles óptimos de este nutriente.
¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes son moléculas naturales (aunque también pueden ser fabricadas) que previenen y retardan la oxidación de otras moléculas. ¿Y esto que tiene que ver contigo? Tu cuerpo está compuesto de células compuestas, a su vez, de moléculas. Por tanto, la oxidación de las moléculas te afecta directamente ya que provoca que tu cuerpo se envejezca. Cada día entran en nuestro cuerpo sustancias tóxicas y radicales libres que dañan nuestras células porque las oxidan. Es ahí donde entran en juego los antioxidantes pues son los encargados de ayudar a combatir a estos enemigos.
Puedes ir a la farmacia, al supermercado o la perfumería a conseguir productos y cosméticos antioxidantes, pero si quieres una solución sana, natural y económica, tu mejor opción son las vitaminas antioxidantes que encontrarás en muchos alimentos.
¿Quieres saber que vitaminas antioxidantes no pueden faltar en tu dieta?
Las vitaminas antioxidantes son la vitamina A, C y E. La vitamina A, que la conocerás también como betacaroteno, es esencial para tu piel, uñas y cabello. También es una vitamina antioxidante muy importante para la vista, el aparato reproductor, el sistema inmune y las funciones cerebrales. Un truco para reconocer alimentos que contengan vitamina A es el color naranja: si es naranja, tiene betacarotenos. Algunos alimentos muy ricos en vitamina A son la calabaza, los albaricoques, las zanahorias, el melón etc. Aunque también la encontrarás en otros alimentos como verduras de hojas verde o el paté (el cuál contiene una gran fuente de esta vitamina).
La vitamina C es una vitamina un tanto delicada, se oxida con facilidad y no se almacena en el cuerpo, por ello es imprescindible obtenerla a lo largo del día. La vitamina C además de ser antioxidante desempeña un papel importante para la absorción del hierro, para la piel, los huesos y el tejido conectivo (tendones, ligamentos, vasos sanguíneos). En general, es importante para mantener una buena salud. La vitamina C es sinónimo de cítricos (podrás encontrarla en este tipo de frutas) pero además hay otros alimentos ricos en vitamina C, como frutos rojos, el mango, la sandía y el melón; también está presente con altas dosis en verduras como el pimiento, las espinacas o el tomate y algunas más.
La vitamina E es esencial para todos los tejidos de tu cuerpo: la piel, el corazón, los pulmones, etc. Además, la vitamina E es un elemento clave para que el cuerpo pueda utilizar la vitamina K y para fortalecer el sistema inmunológico. Otra función de la vitamina E es ayudarte a prevenir y combatir enfermedades graves como cardiopatías, cáncer, degenerativas, cerebrovasculares y hepáticas. Puedes encontrar alimentos ricos en vitamina E en verduras de hoja verde, en los cereales, en los aceites vegetales, en semillas y frutos secos, etc.
Si cubres las dosis diarias necesarias de estas vitaminas antioxidantes, te asegurarás de tener un envejecimiento más lento. Tu cuerpo y cerebro estarán más sanos y jóvenes durante mucho tiempo con algo tan sencillo como incorporar en tu dieta alimentos que contengan vitaminas antioxidantes. No te comas la cabeza buscando productos y cosméticos antioxidantes, ¡come antioxidantes en los alimentos de tu dieta diaria!
TGTGTG | Shutterstock
puhhha | Shutterstock
bitt24 | Shutterstock
