Pocos alimentos nos hacen llorar tanto como la cebolla… Y es que cortarla puede convertirse en un suplicio, pero luego otorga siempre un sabor muy distintivo y especial a cada plato en la que la sumamos. La cebolla es uno de esos alimentos especiales que muchos no tienen en cuenta, pero que posee también muy buenas propiedades convirtiéndola en una perfecta parte de nuestra dieta equilibrada. Ya sea al natural, frita, caramelizada, en bocadillos, guisos o estofados, la cebolla es uno de estos alimentos que siempre debemos tener a mano, porque suele ir bien con muchos platos y recetas, dándole el toque final exquisito.
Y no es solo por su sabor por lo que debemos tenerla en cuenta. La cebolla también es una de las plantas que más propiedades nos puede ofrecer a la hora de buscar alimentos sanos y equilibrados. En este sentido, suele ser bastante infravalorada, pero por simple desconocimiento sobre sus principales aportes. Por eso aquí vamos a intentar demostrar que la cebolla no tiene nada que envidiar a otros alimentos en lo que a nutrientes se refiere, aportando usos muy beneficiosos para nuestro organismo.
Propiedades más destacadas de la cebolla
La alicina y la aliína son sus componentes principales, ofreciéndonos dos minerales que también podemos encontrar en el ajo, pero que están muy presentes en la cebolla del mismo modo. Estos componentes ayudan a reducir la presión arterial y son muy beneficiosos para nuestro sistema circulatorio, por eso las cebollas están especialmente recomendadas para personas con hipertensión y problemas similares. También es rica en antioxidantes y antinflamatorios, como tantos otros alimentos de su mismo tipo. La diferencia de su sabor es lo que la hace destacar frente a otros como el ajo, por ejemplo, de similares características.
Es también una gran fuente de potasio y fósforo, así como de Vitamina C y B6, esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo y el mantenimiento de nuestro sistema inmune. Por si todo esto fuera poco, sus propiedades diuréticas la convierten también en un alimento muy provechoso para las dietas en las que se busca perder kilos y sobre todo, limpiar el estómago y el sistema digestivo. Otra de las funciones más desconocidas de la cebolla es que es un magnífico antibiótico natural. Para aquellos que busquen remedios naturales frente a las típicas pastillas y medicamentos que nos suelen recetar para cualquier tipo de dolencia, la cebolla es una alternativa magnífica para combatir las infecciones, especialmente las del tracto digestivo.
Todos aquellos que sufran de ronquera, algo bastante común hoy en día, se alegrarán de saber que la cebolla también puede ser un remedio magnífico para su problema. En general, es un buen alimento indicado para frenar dolencias respiratorias, pero es especialmente eficaz con la ronquera. Mezclando jugo de cebolla triturada con miel a partes iguales, nuestros problemas de voz y garganta se pueden solucionar de una manera más rápida y efectiva. Eso sí, como ya podrán imaginar, el sabor de este compuesto es bastante intenso y puede no ser del gusto de todos. Pero el que algo quiere…
La cebolla es igualmente indicada para tratar el acné, ya sea dentro de una dieta de comidas o aplicada directamente sobre la zona cutánea afectada por el acné en forma de crema casera. Las picaduras de insectos también suelen remitir más fácilmente al extender un poco de esa crema casera de cebolla sobre ellas, gracias a los increíbles beneficios antinflamatorios de esta planta. Por último, la cebolla suele ser también un remedio bastante popular para frenar la pérdida de audición, especialmente en personas ya mayores, donde este problema suele ser mucho más extendido.
Ese alimento conocido por hacernos llorar al cortarlo y que muchos solo ponen en alguna que otra ensalada o en las hamburguesas resulta ser toda una caja de sorpresas beneficiosas además para nuestro organismo. Por eso debemos consumir regularmente cebolla, para disfrutar de todo lo que este alimento nos aporta.
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