¿Todos los brotes son comestibles?

Uno de los alimentos que es interesante añadir a nuestra dieta diaria para mejorar nuestra salud son los brotes de semillas o germinados. Los brotes son el producto de las primeras etapas de crecimiento de las plantas y son una manera sencilla y deliciosa de tener y comer verduras frescas durante todo el año en casa y elaborar unas deliciosas ensaladas. Y es que los germinados se pueden cultivar en casa de forma fácil a partir de semillas de calidad.

Aunque hay que tener presente que es importante plantar y consumir brotes libres de patógenos, además de tener siempre presente cuáles son los brotes que mejor germinan. En este artículo te ofrecemos una serie de indicaciones sobre si todos los brotes son comestibles, qué tipo de riesgos puede conllevar su consumo y cuáles son las semillas más comunes. ¡Sigue leyendo!

¿Qué brotes se pueden germinar?

comer maiz adelgaza

5 second Studio || Shutterstock

Las plantas que más se suelen germinar son las leguminosas y los cereales, destacándose la soja, los garbanzos, el maíz, el girasol, la alfalfa, el trigo y el centeno como las que más se utilizan para germinar en el hogar. Sea como fuere, cualquier semilla de grano de cereal o de cualquier leguminosa puede germinarse en casa para luego emplearse como ingrediente para enriquecer el sabor de cualquier ensalada o guarnición. Se suelen emplear crudos, aunque hay que tener presente que estos germinados corren un alto riesgo de contaminarse y que en ellos sobrevivan determinados patógenos que hagan que su consumo sea poco aconsejable.

Consejos para evitar los brotes con patógenos


Los brotes pueden estar contaminados con bacterias como la salmonella o el E.Coli, unas bacterias que se han detectado en brotes como los de soja. Las contaminaciones de los brotes suelen ocasionarse ya en las semillas que se hayan empleado para el cultivo. Además, es importante tomar medidas de higiene y otros cuidados para evitar que se produzcan contagios. La manipulación y conservación de los brotes ha de hacerse con la precaución de no exponerlos a altas temperaturas, además de evitar consumir aquellos brotes que tengan olor a humedad o tengan un color oscuro, desechar los brotes que hayan caducado ya, refrigerarlos al momento, procurar adquirir siempre brotes que se hayan almacenado en refrigeradores y manipularlos siempre con las manos limpias y en condiciones higiénicas.

Otras medidas para evitar que los brotes o las semillas se contaminen es lavar las semillas antes de que germinen, aunque siempre controlando el nivel de humedad y el calor que puedan afectar a las semillas durante el proceso de germinación. Es por ello necesario un control y mucha limpieza tanto durante la germinación como en el proceso de almacenamiento.

Para hacer el germinado en casa se debe proceder a hacer una selección de las mejores semillas para el consumo en crudo, siendo las mejores aquellas que estén en las mejores condiciones higiénicas y de conservación. Tras la selección es preciso ponerlas en agua, pero siempre en una cantidad solo tres veces superior al volumen de las semillas. Asimismo, las semillas han de estar en remojo unas 12 horas, pero siempre en un lugar oscuro y que tras ese plazo de tiempo has de quitar el agua, lavarlas e ir cambiando el agua dos o tres veces al día hasta que broten. Según los especialistas, aquellas semillas que no germinen durante ese proceso han de tirarse.

¿Qué semillas se recomienda poner a germinar?

Entre los brotes comestibles y las las semillas más recomendadas y apreciadas por su textura y su sabor se encuentran las de alfalfa, soja, cebada, trigo, calabaza, lino, girasol, sésamo o lino. Se aconseja evitar aquellas semillas con superficies ásperas ya que es difícil eliminar los patógenos de este tipo de superficies.

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