Todo lo que necesitas saber sobre el consumo de lectinas

Características de las lectinas

¿Sabes qué son las lectinas? ¿sabes que pueden estar detrás del aumento de peso y otras enfermedades? Las lectinas son unas proteínas que están presentes en la mayoría de los alimentos vegetales y, además de algunos beneficios para la salud, también son inmunotóxicas, neurotóxicas, proinflamatorias y citotóxicas. Su eliminación de la dieta conlleva retirar de la dieta muchos alimentos de origen vegetal, algo tampoco aconsejable. Mantenerse en un nivel medio y reducir su consumo para moderar su efecto, pero no renunciar a lo vegetal es la solución adecuada. En este artículo te mostramos cómo reducir el consumo de lectinas para conseguir una salud correcta y llevar una dieta equilibrada, a continuación.

¿Qué son las lectinas?

Las lectinas son unas proteínas vegetales que están presentes tanto en plantas como en animales, siendo consideradas como antinutrientes al no se capaz de ser procesados por nuestro organismo. Así, las lectinas puede ser las responsables del aumento de peso y otros problemas de salud al unirse a los azúcares y adherirse a las membranas celulares. Una de las lectinas más conocidas es el gluten, pero hay muchas más en cereales, legumbres, patatas, algunas frutas, verduras y frutos secos. Según lo especialistas, su función es evitar que los animales las consuman, encontrándose las consideradas como peores lectinas en el maíz, los lácteos con caseína, la soja sin fermentar, los anacardos, los cacahuetes y el trigo.

Beneficios y contraindicaciones de consumir lectinas

Sin embargo, los estudios sobre las lectinas han sido contestados por algunos expertos en nutrición que consideran que los efectos negativos constatados en los mismos no son tan claros. Así, se ha comprobado que las poblaciones con dietas ricas lectinas no sufren tanto de obesidad, trastornos inmunes o diabetes, mientras las países con dietas pobres en las mismas padecen un incidencia mayor de estas enfermedades. Un fenómeno idéntico en el caso de los cereales integrales, muy válidos para protegerse de una serie de enfermedades, siendo también las comunidades con un alto consumo de legumbres las que menos padecen problemas cardíacos, cáncer, sobrepeso y diabetes.

De hecho, su consumo puede acarrear problemas si su consumo es excesivo y no se controla de alguna manera. Entre los efectos que se pueden derivar de una ingesta sin control se destaca la posible aparición de problemas de tiroides y artritis, enfermedades cardíacas, trastornos autoinmunológicos, además de poder contraer la enfermedad del intestino permeable. Unos riesgos evitables si se cocinan de forma adecuada y se eligen los alimentos adecuados.


¿Qué alimentos tienen más lectinas?

Como ves, no puedes dejar de tomar lectinas si deseas tener una dieta completa y no dejar de consumir legumbres, verduras y frutas. Para ello lo mejor es tener en cuenta cuáles son los alimentos que pueden consumirse sin ningún tipo de riesgo. Éstos son las patatas, las legumbres, las frutas, las verduras de hoja verde, las solanáceas, las crucíferas, los aguacates y el aceite de oliva virgen.

Entre las que se deben evitar o se ha de moderar su consumo son la leche con caseína A1, la soja y productos de soja sin fermentar, los anacardos, los cacahuetes, el maíz y productos de animales que hayan sido alimentados con maíz.

¿De qué manera cocinar las lectinas para reducir sus propiedades?

Los especialistas recomiendan que los alimentos con lectinas ven reducido su contenido en éstas si se ponen a remojo y se lavan previamente a sus cocinado. Asimismo, también se aconseja cocinarlos en olla a presión y retirar las semillas y la piel de algunos de los alimentos, entre otras técnicas. Piensa bien que ésta es la manera de no eliminarlas de su dieta y no perderte los beneficios que aporta y lo ideal que resulta para mantener una dieta sana y de lo más equilibrada.

Sea como fuere, siempre es importante consultar con un médico o un nutricionista si pensamos que hemos podido abusar en el consumo de lectinas y este factor puede estar detrás de dolores estomacales, malas digestiones o problemas intestinales.

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