Decía un sabio que una mentira no se convertiría en verdad porque se repitiese mil veces, pero está claro que aun hoy, en la era de la información, los mitos de dudosa credibilidad siguen estando más en boga que nunca. Mitos y leyendas urbanas de todo tipo y condición, también relacionados con la salud y la nutrición, especialmente con la alimentación saludable. Son ideas y conceptos que llevan años perviviendo, aunque algunos de ellos se han demostrado totalmente falsos por varios estudios científicos. Tal vez es que simplemente creemos lo que queremos creer.
El problema con estos mitos de nutrición es que muchos los creen como si fueran ciertos, casi una verdad universal, haciendo de ellos la base de su supuesta vida saludable, creyendo que haciendo caso a estos conceptos en ocasiones arcaicos lograrán mejorar su salud. Cada vez hay más gente preocupada por su cuerpo y por su bienestar, y como ya sabemos, una alimentación saludable es un pilar imprescindible para disfrutar de una buena salud. Así que antes de comenzar cualquier dieta, antes de retirar tal o cual alimento de nuestra rutina solo porque lo dice ese mito de la nutrición, mejor seguir leyendo este artículo para conocer la verdad sobre estos mitos nutricionales:
El azúcar no tiene lugar en ninguna dieta
Falso
Ser tan extremistas puede suponer un problema, porque al fin y al cabo nuestro cuerpo toma la energía de la glucosa, que surge al descomponerse el azúcar. Alejar el azúcar refinado y la bollería industria es una buena idea, pero podemos seguir tomando el azúcar que viene con productos como la leche, las frutas o incluso la miel.
Todos los productos dietéticos son sanos
Falso
Es otro de los típicos errores que solemos cometer a la hora de empezar a “comer sano”. Más vale cortar las grasas saturadas, que son las que realmente perjudican a nuestro organismo. Las grasas no saturadas, que podemos encontrar en aceites, pescado azul o cereales, son muy beneficiosas y nos aportan energías. Además, muchas veces la clave para adelgazar no sólo esta en pasarte a los productos dietéticos, sino en también en cambiar pequeños hábitos que te impiden perder peso.
Fresco mejor que congelado
Depende
Aunque a muchos les suene extraño, a veces congelar la comida puede ser más beneficioso que comerla fresca. Primero, por tenerla más a mano y segundo, porque algunas frutas y verduras, por ejemplo, conservan mejor sus nutrientes de esta forma. Además, congelar la comida es uno de los mejores trucos para comer sano toda la semana.
Necesito atiborrarme de proteínas si hago mucho ejercicio
Falso
Los batidos de proteínas y otros suplementos especiales para deportistas tienen mucho éxito en los últimos tiempos, pero tomarlos continuamente puede ser poco beneficioso. Si limitamos su consumo a justo después de haber hecho ejercicio intenso, el resultado será el mismo. Tenemos que asegurarnos de contar con las suficientes proteínas para que nuestro cuerpo se recupere del esfuerzo físico.