A pesar de que no es una información que esté demasiado extendida entre la población, lo cierto es que nuestro intestino tiene muchísima más importancia de la que podemos pensar dentro del cuidado de nuestro organismo. En nuestro intestino viven un conjunto de bacterias, llamadas microbiotas, que ayudan a regular nuestro cuerpo. Por tanto, tener una microbiota saludable ayuda a mantener un sistema inmunológico fuerte, producir ciertas hormonas y también regular nuestro estado de ánimo o digestión.
Por suerte, hoy en día contamos con una enorme cantidad de información que nos permite conocer más a fondo el funcionamiento de nuestro organismo. De este modo, podemos conocer cuáles son las partes que se ven más afectadas por la microbiota y, sobre todo, qué tipo de productos, tratamientos y rutinas podemos incluir en nuestra alimentación para mejorar la salud.
Optar por productos naturales de Vitanatur es una de las mejores fórmulas para mantener el equilibrio de nuestra flora intestinal. Para lograrlo, en el siguiente artículo, nos hemos propuesto responder las principales dudas que pueden surgir cuando hablamos de la microbiota y cómo afecta a nuestro organismo.
¿Qué es la microbiota intestinal?
Como comentamos, la microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que se alojan normalmente dentro de nuestro intestino. Concretamente, están formados por diferentes tipos de bacterias, parásitos, hongos y arqueas que componen el aparato digestivo y funcionan como un segundo cerebro.
Es decir, regulan el metabolismo, se encargan de absorber los nutrientes de los alimentos que ingerimos y proporcionan una correcta digestión de las comidas. A su vez, producen una segregación de enzimas y neurotransmisores esenciales para tener una buena salud emocional y endocrina.
¿Cómo afecta la microbiota a nuestro cuerpo?
Mientras los niveles de nuestra microbiota se mantengan dentro de los parámetros normales, el organismo funciona de manera correcta. Sin embargo, si se produce una descompensación entre estos tipos de microorganismos, todo el sistema endocrino que regula nuestro cuerpo se puede ver afectado.
En caso de un desequilibrio de bacterias, por ejemplo, se podrían llegar a casos de sobrepeso u obesidad. Por el contrario, en el caso de un desequilibrio de otros tipos de microorganismos como los parásitos o los hongos se pueden generar problemas de pérdidas de peso o absorción de nutrientes.
Estas descompensaciones no solo afectan al aparato digestivo, sino que pueden ir mucho más allá. Y es que, un desequilibrio de la microbiota, puede dar lugar a enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer, estrés o depresión, ya que se producen por una neuroinflamación en el intestino. Por otro lado, estos desequilibrios de la microbiota también se relacionan con afecciones como problemas cardiovasculares, diabetes, así como cáncer de estómago o de colón.
¿Cómo saber si tu microbiota no está sana?
Para saber si nuestra microbiota se encuentra en un estado óptimo, será importante evaluar algunos síntomas o indicadores, que pueden ser tanto de origen físico como emocional. Como ocurre en muchas ocasiones, estos síntomas no tienen por qué ser los mismos para todas las personas. Sin embargo, se suelen manifestar de manera parecida en la mayoría de los casos.
Alteración del sueño
Una de las alteraciones más usuales que puede indicar una descompensación de la microbiota es, sin duda, el sueño. Notar una falta de descanso y un cambio de los ciclos del sueño drásticamente es una de las principales causas.
Irritabilidad emocional
Otro indicador bastante común es una mayor irritabilidad emocional, una menor tolerancia al estrés y reacciones negativas ante estímulos sociales.
Problemas estomacales
Al mismo tiempo, también se pueden dar casos de fatiga crónica, aparición de gases, sensación de hinchazón en la barriga, estreñimiento, dolores de cabeza o padecer de colón irritable.
Por todo ello, si notamos en nuestro cuerpo cualquiera de estos síntomas, es importante acudir cuanto antes al médico para conocer de dónde proviene ese desequilibrio en la microbiota y mejorar el funcionamiento del organismo.
Alimentos y complementos que nos ayudan a cuidar la microbiota
Al margen de los tratamientos médicos que nos pueden ofrecer los especialistas, podemos incluir en nuestra rutina algunos alimentos y complementos alimenticios que ayudarán a mantener una microbiota saludable. Entre los principales complementos, destacan aquellos que son naturales, contienen prebióticos y probióticos y también vitaminas, ya que son esenciales para cuidar la flora intestinal.
Igualmente, también podemos echar mano de algunos alimentos como el kéfir, rico en probióticos naturales, los yogures, el pan de masa madre o las verduras fermentadas como el chucrut o las aceitunas saladas. Además, también existen muchas frutas y verduras que contribuyen a mejorar el funcionamiento del organismo. Es el caso del ajo, los puerros, la remolacha, las legumbres, los frutos secos, el plátano o las mazorcas de maíz.