Pros y contras de las dietas rápidas: ¿te ayudan a perder peso?

Pros y contras de las dietas rápidas

Cuando nos disponemos a perder peso buscamos dietas cuyos efectos se noten a la mayor brevedad posible. No hay nada más motivador para seguir con nuestro régimen que ver que funciona, y las dietas rápidas pueden mostrar resultados muy pronto. Sin embargo, hay muchas leyendas sobre estos regímenes y su efectividad, así que vamos a analizar las ventajas y desventajas de las dietas rápidas.

Ventajas de las dietas rápidas

Como su propio nombre indica, las dietas para adelgazar rápido nos permiten perder peso en muy poco tiempo, haciendo visibles los resultados muy pronto. Si te fijas en todas las dietas rápidas descritas en la web de Pierdepesoencasa seguro que das con varias dietas rápidas que se ajustan a tu objetivo. Por esta razón son una opción muy interesante si la meta que nos hemos fijado es perder un par de kilos de cara a una fecha señalada, un momento en concreto, etc. Además, se trata de dietas bajas en calorías que te harán mejorar tus hábitos alimenticios, ya que los alimentos que solo aportan azúcares o grasas saturadas a nuestro organismo están terminantemente prohibidos.

Uno de los efectos de la reducción de las calorías que ingerimos es que el organismo recurre a los depósitos de grasas del cuerpo, de forma que eliminamos la grasa acumulada. De ahí que no tardes mucho tiempo en notar los efectos de la dieta a primera vista. Esa menor ingesta de calorías también repercute en el bolsillo, ya que no solo comemos menos sino que no hay que comprar una serie de alimentos específicos como nos exigen otras dietas.


Otra de las ventajas de las dietas rápidas es que no hay que alargarlas en el tiempo más allá de los 10 o 15 días que dura la dieta en sí. Hay dietas a largo y medio plazo que implican un cambio en nuestros hábitos alimenticios que se prolongarán durante un extenso periodo de tiempo, pero las dietas rápidas, por sus características, no implican cambios tan drásticos. Por último, hay que destacar que nos pueden ayudar a superar ciertos problemas de salud puntuales para los que es necesario reducir la ingesta calórica.

Contras de las dietas rápidas

Pero no todo es positivo, y a la hora de seguir una dieta rápida hay que valorar también los contras de estos regímenes, empezando por el efecto rebote. Aunque a la finalización de una dieta rápida no haya que cambiar radicalmente nuestros hábitos alimenticios, sí que es importante seguir una alimentación sana y equilibrada si no queremos obtener el resultado contrario, subiendo de peso más que cuando empezamos la dieta. Sin embargo, la mayoría de las personas no siguen la alimentación adecuada cuando han acabado la dieta rápida, y eso acaba produciendo el efecto rebote del que hablamos.

Muchas veces se trata de dietas desequilibradas y restrictivas, que se basan en un solo principio nutritivo (proteínas, hidratos de carbono, etc.) o una selección de alimentos. Esto, unido a la reducción de calorías, puede causar falta de energía o fatiga en las personas que las siguen, además de migrañas o dolores de cabeza durante los días que dura la dieta. En los casos más extremos pueden llegar a causar daños hepáticos o renales, por lo que es necesario hacer un seguimiento médico mientras se está a dieta, sea del tipo que sea.

Pese a recurrir a los depósitos de grasa del cuerpo, es innegable que en la mayoría de casos la reducción de peso o volumen se debe a la eliminación de líquidos más que a la pérdida de grasa corporal. Por último hay que destacar que se trata de dietas muy efectivas a corto plazo o cuando se busca perder poco peso, pero que son inviables a medio y largo plazo o para pérdidas de peso importantes, que exigen un cambio radical en nuestros hábitos alimenticios, por lo que en estos casos lo recomendable es optar por otro tipo de medidas que nuestro médico especialista nos prescribirá.

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