¿Por qué las dietas convencionales para adelgazar no funcionan y la paleo sí?

Ventajas de la dieta paleo

Hacer dieta y adelgazar no siempre van de la mano. Puedes estar a régimen, pero si no sabes comer y tu dieta no va acompañada de un estilo de vida más saludable tienes todas las papeletas para fracasar. Por no hablar del efecto rebote, esos kilos que recuperamos tras abandonar la dieta y que nos hacen preguntarnos si tanto esfuerzo ha merecido la pena. Sin embargo hay una dieta que no entiende de fracasos ni de efecto rebote, la paleodieta. ¿Te has preguntado por qué? La clave está en que no es solo una dieta.

Paleo, un estilo de vida

La clave del éxito de la dieta paleo no está en lo que comemos, que también, sino en que se trata de un cambio en tu estilo de vida, con todo lo que ello implica. Cambiará tu alimentación, y lo hará para siempre y no durante 2 meses, 4, 6 o un año. Pero también aprenderás a comer, y lo más importante, adoptarás una serie de rutinas y costumbres en tu día a día de las que ya no te olvidarás y que son el elemento clave para ayudarte a adelgazar a corto, medio y largo plazo. Algo que no pasa con las dietas convencionales.

Muchas dietas convencionales se basan en la prohibición de una serie de alimentos, la introducción casi abusiva de otros y la limitación de la ingesta de calorías. El resultado pueden ser problemas de salud mucho más serios que los causados por esos kilos de más debido a la falta de nutrientes. En cambio, la paleodieta cubre perfectamente las necesidades nutricionales y calóricas de todo el mundo; y a donde no llegan los alimentos lo hacen las barritas saludables, totalmente naturales, que puedes incluir en tu dieta.

Aprender a comer con la paleodieta


Como bien sabrás, el estilo de vida paleo debe su nombre al paleolítico ya que se basa en el estilo de vida y alimentación del hombre de aquella época. Así, en la dieta paleo no caben los alimentos ultraprocesados, ricos en grasas trans o azúcares y que además de hacernos ganar peso son seriamente perjudiciales para nuestra salud. Pero no solo eso, también se reducen los hidratos de carbono procedentes de harinas refinadas al eliminar la pasta o el pan industrial, además de los lácteos o las leguminosas, que no formaban parte de la dieta paleolítica.

¿Y qué incluye la dieta paleo? Por una parte, encontramos una gran cantidad de alimentos de origen vegetal, como las frutas y verduras, los brotes, las hortalizas, los frutos secos, las semillas y las flores; y por otra parte están los alimentos de procedencia animal, incluidos la carne, el pescado o el huevo. Como ves, son alimentos que nos permiten ingerir los nutrientes necesarios para que el organismo funcione sin problemas, combinando los de origen animal con los nutrientes de origen vegetal.

También nos permiten disfrutar de una dieta muy variada, en la que tienen cabida platos de todo tipo siempre que incluyan estos alimentos. Tampoco podemos comer de forma desmesurada. Cierto que no hay un tope de calorías, sino que cada uno debe ingerir las calorías que necesite para su día a día pero lo haremos con moderación y siendo siempre conscientes de esas necesidades. Y no comeremos siempre lo mismo, variaremos la dieta.

No es una dieta milagro

Las llamadas dietas milagro son la vía más rápida al fracaso. La paleo no es una dieta milagro, primero porque la clave es la constancia y el aprender a comer, y segundo porque adelgazar o no está en tus manos. Nuestros antepasados paleolíticos eran cazadores-recolectores, se pasaban el día en busca de alimento, moviéndose, y tú también deberías hacer deporte, siguiendo los principios del paleotraining, para completar tu dieta paleo y perder peso de forma eficiente.

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