Cuando hablamos de salud existen varios frentes que debemos tener en cuenta sin descuidar ninguno. Los más importantes son el ejercicio físico regular, un descanso de calidad y una buena alimentación.

Y si para el primero no se deben hacer sobreesfuerzos ni ejercitarse sin calentar y para el segundo no dormirías en cualquier colchón, cuando llegamos al tema de la alimentación no vale cualquier tipo de alimento.

En nuestra vida actual, en la que cada vez disponemos de menos tiempo para cocinar, es una tentación recurrir a la comida rápida, que nos salva el día en más de una ocasión. Pero, ¿es esto saludable? Ya imaginarás que la respuesta es no.

Lo ideal es seguir una dieta sana y natural, como la que se seguía antaño en muchos hogares, y queremos que conozcas qué alimentos debe incluir para que tu salud se vea beneficiada cada día y a tu organismo no le falte de nada.

Ya sea para preparar ensaladas, platos principales o postres, si quieres garantizaros a ti y a los tuyos una salud de hierro te recomendamos que lo hagas con los siguientes ingredientes, a ser posible, comprados lo más frescos posible en un mercado tradicional:

• Verduras. Son una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra, que te ayuda a digerir mejor los alimentos contribuyendo a mejorar la salud de tu sistema intestinal. Comer verduras cada día es tan sencillo como preparar una ensalada antes de cada comida: a mediodía y por la noche. Si a tus familiares no les gusta mucho la verdura, prueba a añadir en tus ensaladas ingredientes como el atún, el maíz y vinagre balsámico de Módena. El sabor que les aporta les encantará a los tuyos. Si a todo ello le añades de manera habitual aceite de oliva tu cuerpo te lo agradecerá, ya que verá cómo se reducen sus niveles de colesterol. También puedes preparar platos con verduras como las espinacas, por ejemplo. Cocinadas a la sartén con taquitos de jamón están riquísimas.
• Carne. Es una magnífica fuente de proteína animal, la más beneficiosa para nuestro organismo por su alto valor biológico. Te recomendamos consumirla una media de 4 veces por semana, dando preferencia a la carne blanca, como la del pollo. Puedes preparar carne a la plancha, en estofados o como tú prefieras.
• Pescado. Al igual que ocurre con la carne, el pescado es rico en proteínas de alta calidad, y además te aporta ácidos grasos omega-3 y 6 que son muy beneficiosos para tus arterias y corazón.
• Fruta. La naturaleza nos regala este manjar rico en minerales y vitaminas, repleto de agua en su interior la mayoría de las veces y muy bajo en calorías. La mayoría de especialistas recomiendan consumir una media de 5 piezas diarias de fruta, así que aprovecha para preparar exquisitas macedonias con estos alimentos, así podréis cubrir en casa vuestras necesidades de fruta casi sin daros cuenta.
• Frutos secos. Este alimento lo puedes encontrar en multitud de formas y sabores: anacardos, almendras, avellanas, cacahuetes, nueces, pistachos, etc., pero todos ellos presentan una cualidad muy ventajosa para ti: su alto contenido en ácidos grasos esenciales. Si los comes con moderación –con lo que cabe en una mano al día es suficiente– obtendrás una gran dosis de energía sana y natural y un sistema circulatorio bajo en colesterol.
• Legumbres. Constituyen una gran fuente de vitaminas, proteínas y fibra que merece la pena añadir a nuestra alimentación semanal. Además, se pueden consumir cocinadas o directamente en ensaladas.
• Yogur. El yogur natural es un alimento lácteo que puede utilizarse para preparar postres o incluso condimentar ensaladas. Su consumo mejora la flora intestinal y ralentiza el proceso de envejecimiento de nuestro organismo. Intenta consumir aquellos yogures ecológicos que se elaboran siguiendo el método artesanal.