Nadie se atreve a dudar de los beneficios de la dieta mediterránea, que se ha consolidado como uno de los estilos de alimentación más sanos que existen. Sin embargo, podemos ir un paso más allá y sustituir en nuestros platos elementos como la harina o el aceite de oliva por otros menos conocidos pero igualmente sanos, como la harina de avena o el aceite de coco, consiguiendo unos platos saludables y con un sabor nuevo, sin perder una pizca del disfrute que obtenemos con nuestros platos preferidos. Por eso es importante conocer estos productos tan de moda últimamente y qué cocinar con ellos.

Harina de avena

Empezamos con la harina de avena, que nos da energía, es rica en nutrientes, mantiene estables los niveles de glucosa, mejora la digestión evitando el estreñimiento o aporta grasas saludables. Sin lugar a dudas, lo más habitual es consumirla para desayunar, para lo que podemos hornearla con frutas o utilizarla para preparar tortitas veganas. Otra forma interesante de aprovechar la harina de avena instantánea de HSN Raw es preparando nuestro propio muesli casero, que también es una buena merienda.

Pero no solo la utilizaremos para nuestros deliciosos desayunos, también puedes utilizar la harina de avena instantánea en la preparación de tu propio pan o para elaborar ricas galletas de avenas, muffins o una amplia variedad de postres. En este sentido, uno de los postres más populares son los crepes o gofres, ya que en menos de 3 minutos tendremos listos la masa, con el plus de ser un alimento apto para celíacos al no contener gluten. También puedes utilizar la avena para rellenar manzanas con coco o mantequilla o para preparar tus brownies sin gluten.

Aceite de coco

 Al aceite de oliva le ha salido un duro competidor en forma de aceite de coco. Todo el mundo conoce algunos de sus beneficios, como el cuidado del cabello o de la piel, pero también sirve para mantener a raya el colesterol, estimular el sistema inmune y la digestión o mejorar la salud ósea y dental. A la hora de cocinar utilizaremos el aceite de coco virgen, obtenido a partir de la leche de la carne del coco -no de la corpa- que, por su proceso de obtención sin mucho calor, conserva más nutrientes.

Junto al aceite de oliva, es el único que no se oxida ni se vuelve tóxico cuando lo utilizamos a altas temperaturas, conservando todos sus nutrientes, de ahí que podamos utilizar el aceite de coco virgen para freír alimentos o saltearlos, utilizando técnicas como el wok, muy común en los países tropicales donde el aceite de coco se utiliza masivamente. También sirve como aliño para ensaladas, en batidos o en repostería, donde puede sustituir a la mantequilla.

Mantequilla de cacahuete

Finalmente, para satisfacer tu antojo de dulce, puedes probar la mantequilla de cacahuete suave, un buen sustitutivo de las cremas de cacao habituales rica en nutrientes como el zinc, magnesio, cobre o potasio, antioxidantes, vitamina E o fibra que contribuyen a mejorar la salud cardíaca o el buen funcionamiento del aparato digestivo de quienes la comen. También ayuda en el control del peso y aporta proteínas de calidad a los deportistas.

La mantequilla de cacahuete también nos ofrece un montón de posibilidades, algunas relacionadas con los alimentos que hemos visto antes. Por ejemplo, la podemos consumir en un pudding con harina de avena o untarla sobre tortitas, crepes o gofres, consiguiendo un desayuno saludable y energético. Otra posibilidad es añadirla a los batidos de proteínas, en especial los deportistas, tanto antes como después del entrenamiento. De hecho, la puedes utilizar como si se tratase de la crema de cacao o avellanas que siempre comes, pero mucho más saludable.