Con la llegada del calor, es normal que sudemos más y ello nos lleva a preocuparnos por nuestro olor corporal. Si practicamos deporte o simplemente salimos de casa para hacer algunas tareas, es posible que al llegar hayamos sudado. Esto ocurre, sobre todo, durante los meses de mayor calor.
Para evitar el mal olor y la sensación de haber sudado, es importante utilizar un desodorante adecuado y saber cómo y cuándo aplicarlo. Lo más recomendable es recurrir a un desodorante natural, ya que nos ayudará a eliminar el olor corporal y cuidar nuestra piel.
Sin embargo, otro de los puntos que debemos tener en cuenta es escoger el momento idóneo para utilizarlo. ¿Quieres saber más sobre ello? ¡Te lo contamos!
¿Cuándo y cómo se recomienda aplicar el desodorante?
En verano, las altas temperaturas afectan a nuestro día a día. Por ello, es esencial recurrir a un desodorante y saber aplicarlo:
Mayor actuación por la noche
¿Eres de esas personas que comienza su rutina con una buena ducha seguida de la aplicación de un desodorante? En ese caso, debes prestar atención a un aspecto clave: este producto de higiene es mejor utilizarlo por la noche.
Se aconseja usarlo justo antes de meternos en la cama. Y es que, diversos estudios afirman que, al aplicarlo al salir de la ducha, se reduce su efectividad. Con la piel totalmente seca, el desodorante se impregna mejor y se evita la humedad que se genera tras la ducha. Por tanto, cuando se utiliza por la noche, la piel traspira mejor y una mayor cantidad de producto accede a nuestros conductos del sudor, ofreciendo una protección de hasta 24 horas.
Concretamente, podemos destacar el desodorante Schmidts, una de las opciones que podemos emplear en nuestra rutina diaria y que combate de manera muy eficaz contra el molesto olor corporal.
Cómo aplicarlo correctamente
Aunque no se necesita ningún manual de instrucciones, sí que podemos apuntar algunos consejos para hacer un uso correcto y adecuado de nuestro desodorante:
- Es esencial que, al emplearlo, pueda llegar a todas las zonas. Es decir, no basta con aplicarlo en el centro de la axila, sino que tendremos que llegar también a los pliegues.
- Además, hay que tener en cuenta el vello que tenemos para usar la cantidad necesaria. Con ello, nos aseguraremos de que el desodorante no se queda en la superficie y la piel queda totalmente impregnada de producto.
- También debemos fijarnos si ha quedado residuo de desodorante en nuestra ropa. Si es así, en la próxima aplicación, es importante reducir la cantidad y aplicarlo correctamente para evitar las manchas en las prendas.
En definitiva, podemos decir que el empleo de desodorante no puede faltar en nuestra rutina diaria. Se trata del producto de higiene básico para combatir las bacterias que producen el mal olor corporal.
Por ello, al aplicar el desodorante por la noche, aumentará su efectividad y se hará un uso correcto para que se impregne de forma adecuada en la piel. ¡Apunta todos estos tips y combate el calor este verano!