Es posible que hayas oído hablar de la dieta baja en FODMAP. Esta dieta es cada vez más popular para ayudar a las personas que tienen el síndrome de intestino irritable. ¿Quieres saber qué es, para qué sirve y qué necesitas saber antes de empezar? ¡Sigue leyendo porque te contamos todos los detalles!
¿Qué significa FODMAP?
Los FODMAP son un conjunto de carbohidratos que se encuentran en ciertos alimentos, como la leche, el ajo y los mangos. Algunos alimentos son más ricos en FODMAP y, en concreto, podemos destacar los siguientes: cebollas, ajos, setas, manzanas, cerezas, melocotones, peras, leche de vaca, yogur, trigo, centeno y cebada.
En cuanto a los alimentos pobres en FODMAP, encontramos: zanahorias, pepinos, patatas, lechuga, uvas, naranjas, piña, queso duro, huevos, carne, pollo, pescado, maíz, avena y arroz.
¿Para qué sirve la dieta pobre en FODMAP?
La dieta baja en FODMAP se utiliza para ayudar a las personas con síndrome de intestino irritable. Los alimentos que contienen grandes cantidades de FODMAP pueden ser mal digeridos por las personas que padecen este síndrome, causando molestias como gases e hinchazón.
La investigación muestra que la dieta baja en FODMAP puede ayudar a reducir los síntomas de este síndrome, como dolor abdominal, distensión abdominal y diarrea. Sin embargo, son necesarios estudios de mayor duración para demostrar la eficacia a largo plazo de esta dieta.
¿Qué debes saber antes de hacer una dieta pobre en FODMAP?
No todos los alimentos ricos en FODMAP causan síntomas en las personas con síndrome de intestino irritable. Por ejemplo, una persona puede tener síntomas al comer trigo, pero no al comer manzanas.
Por lo tanto, se recomienda consultar a un dietista antes de iniciar una dieta baja en FODMAP. Un experto en nutrición puede ayudarte a identificar los alimentos que te afectan y hacer un seguimiento de tu progreso.
Cabe destacar que la sensibilidad a los FODMAP no es lo mismo que una alergia. Cuando tienes una alergia, debes evitar por completo el alimento al que eres alérgico. Sin embargo, si eres sensible a ciertos alimentos ricos en FODMAP, puedes comer pequeñas cantidades y así ver una reducción de tus síntomas.
Si estás siguiendo una dieta baja en FODMAP, debes hacer un seguimiento de tus síntomas y llevar un registro detallado de tu dieta. Y, tras un periodo de entre tres y ocho semanas, podrás reintroducir los alimentos poco a poco. Lo más aconsejable es hacer uno a uno, para ver qué alimentos puedes tolerar.
Y es que, una dieta baja en FODMAP no debe ser a largo plazo, ya que se pueden reducir la cantidad de bacterias beneficiosas en el intestino. Es por eso que se recomienda reintroducir los alimentos uno por uno para ver cuáles son los que se pueden tolerar y volver a introducirlos en tu alimentación.
A menudo, las FODMAP no aparecen en la etiqueta de los alimentos. Por ello, si comienzas una dieta pobre en FODMAP con la ayuda de un dietista, recibirás una lista de alimentos a evitar y así modificar tu dieta con el objetivo de reducir tus síntomas.
Adopta una dieta equilibrada
Asegúrate de sustituir los alimentos ricos en FODMAP que consumes habitualmente por alimentos más pobres en este carbohidrato. Por ejemplo, si normalmente comes manzanas, reemplázalas con otras frutas con bajo contenido en FODMAP, como uvas. Si sueles comer pasta, elige otros productos de cereales con bajo contenido en FODMAP, como el arroz o la quinua.
¿Cómo puede ayudarte un dietista?
Un dietista puede:
• Ayudarte a identificar los alimentos ricos en FODMAP que consumes actualmente y sugerir alimentos pobres en FODMAP para reemplazarlos.
• Trabajar para desarrollar una dieta baja en FODMAP que se adapte a tus necesidades y a un estilo de vida único.
• Hacer que tu dieta sea equilibrada.
• Proponerte un plan de reintroducción de los alimentos.
• Ayudarte a sentirte mejor y reducir tus síntomas a largo plazo.
En conclusión, los FODMAP son unos carbohidratos presentes en diversos alimentos. Si tienes síndrome de intestino irritable, una dieta baja en FODMAP podría ayudarte a aliviar tus síntomas e identificar los alimentos que pueden empeorarlos.