Una alimentación variada y equilibrada que incluya los distintos grupos de nutrientes en su justa medida, es siempre el primer paso para cuidarnos y disfrutar de buena salud.

Para ello seguir una nutrición y dietética adecuadas es básico para el propio bienestar y para la prevención de multitud de afecciones y dolencias. Hipertensión, arteriosclerosis, colesterol elevado, diabetes, obesidad… son todas enfermedades directamente relacionadas con nuestros hábitos alimenticios y de vida, de ahí la importancia de seguir una dieta que solo nos aporte beneficios y que además se adapte a nuestras necesidades concretas.

Y aunque cualquier dieta debe ser siempre personalizada porque cada uno de nosotros posee necesidades específicas, hay una serie de alimentos que, por los beneficios que aportan, todos los nutricionistas consideran imprescindibles. ¿Quieres conocerlos?

Los alimentos que no pueden faltar en tu menú semanal

Los expertos en nutrición insisten en la necesidad de seguir una dieta que nos aporte todos los macro y micro nutrientes que nuestro organismo necesita. Vitaminas, minerales, hidratos de carbono, proteínas, grasas, fibra… en su justa medida todo hace falta y ante determinadas dolencias (o carencias) el asesoramiento profesional resulta más que recomendable. Si tienes dudas sobre si la dieta que sigues es la adecuada para ti, acude un nutricionista de calidad que esté cerca de la zona en la que resides. Por ejemplo, si vives en la capital de España puedes buscar nutricionistas en Madrid atendiendo a la recomendación de personas de confianza, como tu médico de cabecera o familiares que hayan sido tratados con éxito por alguno de estos profesionales. Tras las correspondientes pruebas diagnósticas, los nutricionistas son los más indicados para establecer la dieta que mejor te siente y que más beneficios te aporte.

Seguro que entre sus recomendaciones no faltan algunos de los alimentos que detallamos a continuación, porque su composición y propiedades los convierten en auténticas fuentes de salud. Toma nota:

1. Frutas y verduras. Son dos grupos de alimentos vegetales que tienen en común su riqueza en vitaminas y minerales y su importante aportación en fibra soluble e insoluble. Tienes tanta variedad de frutas y verduras que resulta difícil elegir un solo alimento, pero son muchos los nutricionistas que eligen a la manzana como uno de los que hay que incluir en cualquier dieta, ya que reduce los niveles de azúcar y de colesterol en sangre. Es diurética y evita la acumulación de ácido úrico. Y, además, aporta fibra y vitaminas del grupo B. No se puede pedir más.
2. Pescado azul. Una o dos veces por semana, tomar pescado azul es la mejor manera de ingerir ácidos grasos esenciales, como el Omega 3, ideales para cuidar del sistema cardiovascular: sardinas, boquerones, salmón, atún… son perfectos para una cena tan ligera como saludable.
3. Cereales. Son la fuente principal de la que nuestro organismo obtiene los hidratos de carbono que necesita para realizar sus funciones diarias. Trigo, avena, maíz, arroz… en grano o en sus múltiples derivados, desde copos para el desayuno, hasta barritas energéticas o un simple pedazo de pan. Si son integrales, conservando todas sus propiedades originales (germen y cáscara), mucho mejor.
4. Carnes magras. La ingesta proporcionada de carne que no contenga un exceso de grasas es siempre recomendada por los nutricionistas. No conviene abusar, pero tampoco eliminarla de la dieta si no existe indicación médica expresa. Proteína de alto valor biológico, minerales esenciales como el hierro, el magnesio o el zinc y vitaminas del grupo B son solo algunos de los nutrientes que aporta al organismo.
5. Lácteos. La leche y sus derivados, con especial mención al yogur, son fuente de calcio y de proteínas de origen vegetal. Fundamentales para mantener los huesos en perfectas condiciones, un lácteo al día completa cualquier dieta saludable.

Ya sabes, incluir estos alimentos en tu dieta como medida preventiva para cuidarte y sentirte en plena forma es una buena idea. Y recuerda que la última palabra la tiene tu nutricionista: déjate asesorar y sigue sus recomendaciones.