A diferencia de la sal de mesa, la típica que solemos encontrar en todos los bares y también en muchas tiendas, la sal marina es mucho más natural y sin tantos componentes químicos. Alegábamos que siempre que tuvieras ocasión de elegir, escogeríamos la sal marina por delante de la otra, ya que era un compuesto mucho más saludable y natural para nuestro cuerpo, con un aporte de minerales y nutrientes mayor, en comparación con la sal de mesa de toda la vida, un compuesto químico que en cantidades excesivas podría resultar incluso peligroso para la salud.
¿Qué beneficios nos aporta la sal marina?
Es cierto que la sal marina puede ser también peligrosa si nos excedemos con ella, como con cualquier otro alimento. Para ello está, por supuesto, el índice de proporción diaria recomendada para adultos, que nos limita a la hora de poner excesiva sal en nuestros alimentos. Mucha gente abusa precisamente de eso, al hacer recetas para las que luego necesitan mucha sal con la intención de mejorar su sabor. Sin embargo esto puede ser contraproducente, aunque ya puestos, mejor utilizar la sal marina que la sal yodada que podemos encontrar en todos sitios.
Alcalinizante
El primero de ellos tiene que ver con su gran aporte en minerales, lo que provoca que nuestro cuerpo se alcalinice, evitando así que los niveles ácidos en nuestro cuerpo suban, lo que previene de muchas enfermedades que puedan estar por llegar. Así mismo, gracias a todos esos minerales de la sal marina, nuestro cuerpo se protege mucho mejor ante virus e infecciones, reforzando nuestro sistema inmunológico.
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Mejora el sistema respiratorio, circulatorio y digestivo
La sal marina también funciona de maravilla para solventar problemas del sistema respiratorio, como el asma, consiguiendo aliviar la inflamación de nuestros pulmones, por ejemplo. De la misma forma ayuda a nuestro organismo a regular los niveles de colesterol para impedir que suban demasiado, lo que hace que nuestro sistema circulatorio esté más libre y nuestras arterias más sanas, para prevenir así los problemas del corazón. Gracias a la ayuda que presta a nuestro organismo en la creación de jugos gástricos, la sal marina puede ser también una gran alidada en nuestras digestiones, así como incluso para bajar de peso.
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Cuida la piel
También es muy conocido su uso para aliviar la piel irritada o seca. Mucha gente disfruta de baños con aguas de sal marina, que además de proteger mejor su piel les relaja. Esto ocurre por la acción de la sal marina sobre nuestro organismo, ayudando a nuestro cuerpo a desarrollar melatonina y serotonina, dos hormonas que nos previenen contra el estrés y la depresión, Regula igualmente los niveles de azúcar en nuestro cuerpo, siendo así una alternativa muy a tener en cuenta por aquellas personas que sufren problemas de diabetes, rebajando la necesidad de insulina, siempre que se tome en una dosis correcta.
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Concentración de sabor
Lo mejor de la sal marina es que al tener un sabor tan potente, no necesita tanta cantidad como la sal yodada para sazonar nuestros platos. Esto permite que podamos disfrutar de muchos beneficios sin el peligro de excedernos demasiado en lo que a la cantidad de sal que tomamos se refiere. Por ello, y por todo lo explicado anteriormente, no deberías dejar pasar la oportunidad de disfrutar de todo lo que te ofrece la sal marina, cambiándote a ella si todavía tomas sal yodada, o manteniendo la buena costumbre de sazonar tus platos de manera justa con esta sal marina.
