6 razones para consumir semillas de amapola

semillas de amapola

Seguro que más de una vez has pasado por un enorme campo de amapolas, esas espectaculares flores rojas que crecen salvajemente en prácticamente cualquier lugar del mundo. Sus semillas son un bien muy preciado, cada vez más utilizado en las cocinas europea y asiática gracias a sus muchas propiedades y los beneficios que nos aporta al organismo. Son muy fáciles de encontrar en tiendas, y tenemos varios motivos de peso para añadir las semillas de amapola a nuestra dieta. Estas son algunas de ellas.

1. Se pueden comer de varias formas

Desde comértelas a cucharadas a añadir un puñado de semillas de amapola a tus ensaladas, a las sopas y caldos o al yogur que te comes en el desayuno o para merendar. Les aportará un sabor muy parecido al de las nueces, y te podrás aprovechar de todos los beneficios que luego veremos. Otra opción interesante es utilizarlas en la elaboración de galletas, pasteles y dulces caseros. Es cierto que no se trata de la posibilidad más saludable, pero siempre serán mejor los caseros que la bollería industrial; y las semillas de amapola te dan un extra de sabor. También las puedes tomar en infusión.

2. Buenas para los huesos

Entre los minerales que más destacan en las semillas de amapola tenemos el manganeso y el calcio, pero tampoco está mal la presencia de magnesio, fósforo, cobre, zinc, hierro, potasio o selenio. Ya sabemos que el calcio es esencial para la salud de nuestros huesos, pero también ayuda al corazón, y el colágeno que se forma gracias al manganeso también ayuda a proteger los huesos frente a daños potenciales. El fósforo y el cobre también ayudan a mejorar la salud ósea, y este protege nuestro ADN de posibles daños.

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3. Ricas en macronutrientes

Una sola cucharada de estas semillas te aporta 2,5 gramos de carbohidratos, 1,5 gramos de proteínas, cerca de 4 gramos de grasa y 46 calorías. Además nos aporta los ácidos grasos saludables omega-3 y omega-6. Quizá su mayor hándicap cuando hablamos de los macronutrientes sea la poca presencia de vitaminas, aunque encontramos excepciones. Las aportaciones de la vitamina B1 y la B9 no están mal, y el 20% de vitamina E ayuda a reforzar el sistema inmunológico y al buen desarrollo de los procesos metabólicos.


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4. Son ricas en fibra dietética

Con un par de cucharadas soperas de semillas de amapola habrás ingerido el 14% de la cantidad diaria de fibra recomendada en las mujeres. En el caso de los hombres el porcentaje baja hasta el 9%, que tampoco está nada mal. La presencia de la fibra hace que su consumo regular sea bueno para el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento y agrega volumen a los alimentos por lo que nos sentiremos saciados antes. También bajan los niveles de colesterol en sangre.

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5. Te ayudan a relajarte

Las semillas de amapola son un sedante natural, ya que algunos de los alcaloides que contienen nos ayudan a calmar los nervios y relajan el sistema nervioso. Por eso es interesante su consumo en situaciones de tos nerviosa, espasmos, estrés, etc. Una infusión de semillas de amapola antes de irte a dormir te puede ayudar a conciliar mejor el sueño.

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6. Fáciles de asimilar

El organismo no tendrá ningún problema a la hora de digerir las semillas de amapola y asimilar todos los nutrientes que nos aporta. De hecho esta es una característica común a todas las semillas, unos alimentos muy nutritivos e interesantes para nuestro organismo. En el mercado encontrarás dos tipos de semillas de amapola, las negras y las blancas, aunque los beneficios son idénticos en ambos casos. Eso sí, tendrás que masticarlas bien, en especial si te las comes a cucharadas.

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