Las personas que practican deporte con asiduidad llevan un exhaustivo control de los diferentes de los alimentos y los nutrientes que toman, como las proteínas. En este grupo destacan por un lado, las proteínas concentradas ya que es el modo más sencillo y económico de introducir una gran cantidad de proteínas en el cuerpo; por otro lado el aislado de proteína, que filtra la proteína de la leche para liberarla del resto de sustancias, y por último la proteína hidrolizada, la más empleada por los deportistas.
Precisamente, las principales fuentes de proteína hidrolizada son los animales o los vegetales, quienes la ofrecen ya enzimáticamente quebrada en grandes péptidos para que sea más rápida su absorción. Por ello, es el complemento perfecto para lograr una mayor recuperación tras el entrenamiento.
Pero, a parte de ser un aliado para los deportistas, también lo es para los diabéticos, ya que esta proteína ayuda a reducir las fluctuaciones de glucosa en sangre.
¿Cuáles son los beneficios de consumir proteínas hidrolizadas?
Las proteínas ofrecen múltiples ventajas a nuestro organismo ya que al incluir este suplemento, se estimula el sistema inmunitario de modo que ayuda a desintoxicar el cuerpo sirviendo a su vez como protección del sistema. Pero a esto se suman múltiples beneficios como por ejemplo:
- Tienen propiedades antioxidantes
- Regulan el metabolismo y son una ayuda para el sistema digestivo
- Pueden ser consumidas por personas de cualquier edad que necesiten de este nutriente
- Aumentan la rapidez en la recuperación de huesos y músculos.
¿Para qué se usan las proteínas hidrolizadas?
El uso más extendido de todo este tipo de proteínas es como complemento alimenticio para deportistas, ya que ayuda a regenerar músculos y huesos de modo que tengan una más fácil recuperación tras los entrenamiento, aunque en ocasiones son un suplemento de alguna comida diaria.
No obstante, que este sea el uso más conocido de las proteínas no significa que sea el único ni el más importante. Las proteínas aisladas se encuentran totalmente libres de elementos como la lactosa, por lo que previenen alergias a la lactosa y son un sustitutivo perfecto para personas con intolerancia, incluidos los lactantes con este problema.
¿Qué otros tipos de proteínas de suero existen?
Existen otros dos tipos de proteínas que se extraen del suero: las aisladas y las concentradas. La proteína isolada (aislada) es aquella en la que está formada por más de un 90% de proteína pura. Es el resultado de la filtración de la proteína de la leche dejándola libre de lactosa, grasa, colesterol e hidratos de carbono. Esa proteína dispone de todos los aminoácidos que se necesitan para una dieta diaria. Además, supone una gran fuente de proteínas para aquellas personas que lo necesitan, tales como embarazadas, personas mayores o personas con problemas en el sistema digestivo.
Por otra parte, las proteínas concentradas se emplean para introducir una mayor cantidad de proteínas en la dieta. Esta proteína contiene mayor cantidad de calorías e hidratos de carbono (en su mayoría lactosa, sustancia de la que está liberada la proteína aislada). También es recomendable consumirla tras el entrenamiento o durante el desayuno, como primera comida del día, ya que es un sustituto de ello, siendo recomendable, eso sí, para personas que no tengan problemas de peso o busquen aumentar peso o volumen.
En definitiva, podemos entender que las variantes de las proteínas tienen sus beneficios y sus características definidas, entre las que podemos destacar la pureza en los componentes de la concentrada, la capacidad de la aislada para adaptarse a los más exigentes e intolerantes a la lactosa, así como la reducción del tiempo de espera para ver los efectos de las proteínas hidrolizadas, que además ayudan a que los entrenamientos sean mucho más rentables y no tengan problemas de recuperación tras ellos.
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