¿Por qué la leche sin lactosa es saludable?

leche sin lactosa beneficios

Cualquier leche de origen animal contiene lactosa, desde la leche de vaca hasta la leche materna, pasando por la de cabra o la de oveja. Sin embargo el número de personas intolerantes a la lactosa no deja de crecer, lo que ha llevado a los productores lácteos a diseñar alternativas a la leche de vaca y derivadas de animales, ya sea en forma de leches vegetales o a eliminar la lactosa. Nadie se extraña de ver leche sin lactosa en el supermercado, pero mucha gente se pregunta por la diferencia con la leche convencional y por las propiedades de la leche sin lactosa.

¿Leche sin lactosa o leche baja en lactosa?

Lógicamente, la leche sin lactosa no contiene lactosa. Este azúcar es transformado en otros dos azúcares simples, la glucosa y la galactosa, que los intolerantes a la lactosa pueden digerir sin problemas. Precisamente por eso la leche sin lactosa es más dulce que las leches convencionales de origen animal. Según el animal de origen la leche tendrá más o menos lactosa, pero si se es intolerante a este azúcar hay que buscar los productos sin lactosa, no los bajos en lactosa.

Sea Wave || Shutterstock

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Si tomamos como ejemplo la leche de vaca tradicional, vemos que tiene 4,7 gramos de lactosa cada 100 mililitros, mientras que la leche sin lactosa solo contiene trazas: menos de 0,01 gramos en 100 ml., convirtiéndose así en un alimento apto para todo aquel que sufra intolerancia. En cambio, las leches y derivados bajos en lactosa contienen entre 0.1 y 1.8 gramos cada 100 ml., lo que los hace desaconsejables para los intolerantes a la lactosa. Ahora que conocemos esta diferencia podemos fijarnos en sus propiedades.

Beneficios de la leche sin lactosa


Más allá de ser el sustituto perfecto de la leche convencional para los intolerantes a la lactosa, lo que les ahorrará problemas digestivos de todo tipo, hay que destacar que la leche sin lactosa tiene los mismos beneficios que la leche convencional, aportándonos los mismos nutrientes. De esta manera, es rica en minerales como el calcio, potasio, zinc, fósforo o sodio y vitamina C, vitamina E y vitamina B12. Tampoco aporta carbohidratos, y el nivel de grasa es el mismo.

pathdoc || Shutterstock

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Gracias al mantenimiento de estas propiedades también nos ayuda a fortalecer los huesos. El calcio es clave para el fortalecimiento y crecimiento de los huesos, sin olvidar el fósforo y la vitamina C por lo que la leche sin lactosa tiene las mismas propiedades positivas para el sistema óseo que la leche con lactosa. De la misma manera, la vitamina B facilita la producción de glóbulos rojos y el potasio regula la actividad eléctrica del corazón, mientras que los minerales ayudan a controlas la presión arterial.

El fósforo es indispensable para el correcto funcionamiento del cerebro, y la vitamina C que aporta la leche sin lactosa ayuda a reforzar el sistema inmunológico y las defensas del organismo ante los virus y las bacterias. La vitamina A es buena para la vista. Por una parte evita la pérdida de visión asociada al paso del tiempo, y por otro previene daños como las cataratas. Y si mezclamos esas dos vitaminas, la A y la C, nos encontramos con que la A ayuda a mantener una piel hidratada y con buen aspecto, mientras que la C regenera las heridas, curando las células dañadas.

Serg Zastavkin || Shutterstock

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Como ves, la leche sin lactosa tiene las mismas propiedades que la leche convencional, así que también la encontrarás entera, semidesnatada o desnatada, y no hay ningún problema en utilizarla como sustituto en las recetas que utilizan leche. La única diferencia es que la leche convencional tiene más grasas de las que ayudan a perder peso, aunque como siempre una leche sin lactosa entera engordará más que la semi, y esta más que la desnatada.

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