Auspiciadas por la nueva fama de la alta cocina y los restaurantes gourmets, las setas y hongos han pasado de ser un “lujo para exigentes” a un alimento que cualquiera puede disfrutar en una cena selecta. Hay tantas variedades y estas son tan diferentes que podríamos llevarnos siglos hablando sobre cada una de ellas y sus propiedades. Sin embargo, hemos decidido unirlas bajo el mismo nombre para exponer aquí los beneficios que supone incluir las setas en nuestra dieta cotidiana, y no verlas solo como un exótico complemento cuando salgamos a cenar a un buen restaurante.

Además, el otoño es la época perfecta para recolectar y consumir este alimento, ya que es cuando aparecen en los bosques. Si queremos salir de “aventura” y recoger nosotros mismos las setas que vamos a comer, hemos de hacerlo siempre con la seguridad de entender cuáles son comestibles y cuáles no, porque como ya sabrás, existen algunas variedades tóxicas e incluso venenosas. Una vez lo tengamos claro, podemos pasar a realizar cualquier tipo de receta con las setas que hemos conseguido, algo que seguramente hará que sepan incluso mejor, al haberlas encontrado por nosotros mismos.

Principales ventajas de comer setas

Las setas son un alimento con muchísimo aporte nutricional, lo que las convierte en una interesante alternativa ya sea como guarnición o como plato principal. Algunos de sus nutrientes, como el selenio o el cobre, no son fáciles de encontrar en otros alimentos, al menos en la cantidad que aportan las setas. Además, su bajo aporte calórico las hace perfectas para ser incluidas en cualquier tipo de dieta para adelgazar, incluso para aquellos que deseen bajar de peso, haciéndolo de la manera más deliciosa y exquisita a través de este alimento. Y es que el sabor de las setas bien cocinadas da un toque muy especial a cualquier plato o receta.

La digestión de las setas es muy parecida a la de la carne, por lo que debemos controlar la cantidad que comemos, para evitar problemas de digestiones pesadas. Su aporte proteínico es de uno de sus puntos fuertes, y es que las setas son ricas en oligoelementos como el cinc o el manganeso, que son muy beneficiosos para nuestro organismo. Se recomienda comerlas en ensaladas o junto a verduras y hortalizas crudas, porque así se refuerza su efecto. Es además un alimento que puede ayudarnos a prevenir el cáncer, especialmente el de próstata en los hombres y el de mama en las mujeres, dos de las dolencias de este tipo más habituales.

Las setas suponen también un alimento espectacular para el cuidado de nuestra piel, ofreciéndonos un montón de beneficios con los que pocos alimentos pueden competir. Nos ayudarán a mantener una piel más sana, funcionan muy bien sobre quemaduras o hinchazones, y además nos protege de forma natural contra los agentes nocivos exteriores, para lucir siempre una piel perfecta. Las setas son buenas para activar nuestra capacidad cerebral y nerviosa, por lo que nos hará pensar más y mejor.

Cómo cocinar las setas para aprovechar sus propiedades

A la hora de cocinarlas, debemos tener en cuenta varios factores. Por ejemplo, podemos lavar las setas y dejarlas escurrir pero nunca dejarlas sumergidas en agua, puesto que absorberán todo el líquido. Debemos cortar el tallo que separa al hongo de todo lo demás y cocinarlo según la variedad, durante más o menos tiempo, hasta que se ponga tierna, pero no demasiado.

Los hongos más pequeños son más habituales en sopas y guisos, mientras que los más grandes suelen ir mejor en revueltos y ensaladas. Hacerlas a la parrilla es también otra opción muy interesante que nos permitirá disfrutar de todo su sabor y sus nutrientes con una textura única.

Si eres de los que te gusta consumir tus productos, aprende cómo cultivar setas en casa sin esfuerzos para utilizarlas en tus mejores recetas.

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