Como seguramente ya sabrás a estas alturas, es ser humano es, por naturaleza, omnívoro, es decir, que puede comer y digerir cualquier alimento. Otra cosa es que, en busca de una dieta más equilibrada o simplemente por la ética de cada uno, demos más importancia a un tipo de alimentos que a otros, como el caso de los vegetarianos o los veganos. El hecho de que nuestro organismo esté preparado para comer cualquier tipo de alimento nos hace poder disfrutar de una dieta muy variada y exquisita, aunque está claro que no todos los alimentos son igual de buenos para nosotros.

No vamos a extendernos una vez más en exponer los riesgos de consumir de manera compulsiva bollería industrial, por ejemplo, o productos que contengan una gran cantidad de grasas saturadas, como los que podemos encontrar en la mayoría de cadenas de comida rápida. Es obvio que este tipo de alimentos no nos hacen nada bien a nuestro organismo, pero hay otros que, aun siendo más sanos, tampoco se libran de tener sus peros. Son aquellos alimentos difíciles de digerir, comidas que pueden convertir la sobremesa en un verdadero infierno, provocando las quejas más que airadas de nuestro sistema digestivo.

¿Cuáles son los alimentos más indigestos?

En contra de los alimentos digestivos, este tipo de alimentos indigestos producen digestiones largas y pesadas que desde luego, no son buena compañía para cualquier tarde, especialmente si tenemos que estar trabajando durante ese tiempo. No significa que nos cueste digerirlos al comer grandes cantidades, como suele ocurrir con las comidas y cenas grandes. Estos alimentos hacen trabajar mucho más a nuestro sistema digestivo para poder sacar sus nutrientes y desechar el resto, se quedan durante mucho más tiempo en nuestro estómago y nos pueden hacer sentir una pesadez y unas molestias que no son nada deseables, desde luego.

Hemos querido recoger algunos de los más importantes y “peligrosos” para nuestra digestión. No significa que no puedas comerlos, pero simplemente debes estar alerta y atenerte a las consecuencias:

Patatas fritas

Y sí, da lo mismo que sean las patatas fritas de tu hamburguesería favorita o las que tú misma prepares con ese aceite especial en la sartén, tomando todas las precauciones. La patata ya es de por si un alimento de digestión pesada. Si las tomas fritas, el efecto se multiplica.

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Huevo duro

Cocer un huevo es una de las soluciones más socorridas cuando no tenemos qué cenar, pero lo cierto es que puede ser demasiado tarde cuando notes que no ha sido tan buena idea, por el largo tiempo que ese huevo pasará en tu sistema digestivo.

Bechamel

Una mezcla de harinas, mantequilla y otros ingredientes no puede ser muy liviana que digamos. Deliciosa, sí, pero complicada de digerir.

Conservas en aceite

Desde las sardinillas en conserva a la caballa, pasando por las anchoas, al estar conservados en el aceite, este tipo de alimentos funcionan casi como esponjas, contando con más grasas saturadas de las habituales, lo que hace su digestión más pesada.

Leche

Aunque no lo parezca, a nuestro estómago le cuesta en muchas ocasiones digerir bien la leche, por eso es importante saber cuando tomarla, y a ser posible, no ingerirla sola.

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Bebidas alcohólicas

No nos referimos a un vaso de vino de vez en cuando, sino a las bebidas de alta gradación como el vodka, el ron o el whisky, que son muy difíciles de digerir por nuestro sistema digestivo (con los problemas de hígado que eso puede conllevar).

Zumo de naranja

En este caso debemos especificar que no es recomendable tomarlo por la mañana en ayunas, ya que la naranja puede producir problemas en nuestro sistema digestivo por su condición de alimento colagoga, que vacía la vesícula biliar, pudiendo producir molestias.

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Chocolate

Tranquila, en este caso el problema de digestión solo vendrá si hay un verdadero exceso de consumo de chocolate. En unas condiciones normales, este alimento no tiene porqué suponer un problema grave.