Se consideran bebidas orgánicas todas aquellas elaboradas con ingredientes absolutamente naturales, procedentes de cultivos biológicos o de animales criados en granjas ecológicas.
Para merecer este calificativo, cada uno de sus ingredientes debe estar libre de:
- Pesticidas o herbicidas artificiales.
- Fertilizantes químicos.
- Antibióticos y hormonas sintéticas.
- Aditivos, conservantes, colorantes, estabilizadores, etc.
Quizá porque cada vez nos preocupan más conceptos como el respeto al medio ambiente, la agricultura sostenible y la propia salud, su consumo no cesa de aumentar aunque el precio de estas bebidas suele ser superior al de otras. Si optas por ellas, es fundamental leer con atención el etiquetado para asegurarte de que sus distintos componentes proceden de cultivos y granjas bio y de que durante el proceso de elaboración no han intervenido agentes químicos. ¡Ojo! no todo lo que se anuncia como orgánico lo es.
Algunas bebidas orgánicas que hay que probar
Los beneficios que aporta el consumo habitual de estas bebidas son evidentes. Por un lado, menor presencia de toxinas, y, por otro, nutrientes naturales con todas sus propiedades inalterables. Además, los defensores de las bebidas orgánicas aseguran que la intensidad y la riqueza de matices de sus distintos sabores poco tienen que ver con una bebida similar no orgánica. ¿Has degustado un zumo de frutas orgánicas comparándolo con uno envasado?… Efectivamente, poco tienen en común.
Zumos y batidos vegetales
Vitaminas, minerales, fibra… las bebidas que combinan frutas, verduras y hortalizas son siempre una fuente de nutrientes. Ya resulta relativamente sencillo encontrarlas envasadas aunque también puedes realizar tú mismo la combinación que más te apetezca seleccionando y mezclando tus ingredientes (asegúrate de su origen). Si las frutas y verduras que elijas proceden de cultivos bio, tienes la garantía de no ingerir elementos químicos como los fosfatos o grasas y azúcares añadidos. Junto con los zumos y los batidos vegetales, el té ecológico o las infusiones también son una buena opción para cuidarnos por fuera y por dentro gracias a todas las propiedades medicinales que los componen, especialmente sus agentes antioxidantes.
Leche orgánica
Su valor nutricional es similar al de la leche de vaca "normal". La diferencia radica en que procede de animales que han sido alimentados exclusivamente con pastos libres de plaguicidas o fertilizantes artificiales y que además no han seguido ningún tratamiento hormonal. Hay que aclarar que el hecho de ser orgánica no influye en las características y calidad de la leche (algo que dependerá de la raza del animal, su estado general, los cuidados recibidos, etc.) pero sí garantiza un tratamiento natural de la misma.
Leches vegetales
De soja, de avena, de almendras, de arroz… existen diversos tipos de leches vegetales, muchas de ellas enriquecidas con vitaminas, minerales (especialmente calcio) u otras sustancias que les aportan aromas y sabores, como por ejemplo el cacao. En muchos casos estas leches resultan un buen complemento en una alimentación equilibrada, incluso pueden ser un sustitutivo de la leche animal si se tiene intolerancia a la lactosa. No son ni buenas ni malas, pero hay que recordar que el hecho de ser “vegetales” no las convierte en orgánicas salvo que se especifique en su envasado que su materia prima e ingredientes proceden de cultivos ecológicos y, por supuesto de cereales, frutos o semillas no transgénicos.
Cervezas orgánicas
Las cervezas “artesanas” y los vinos ecológicos están más de moda que nunca porque según sus defensores son dos productos naturales elaborados desde hace siglos que, solamente siendo orgánicos, mantienen inalterable su auténtico sabor. En el caso de la cerveza, son los cereales, lúpulo y cebada, cultivados de manera ecológica, los que le dan su particular sabor y sus propiedades. Existen infinidad de variedades (al igual que ocurre con la cerveza normal) pero en general lo que la hace diferente es el hecho de que la fermentación se produce de manera natural. Según los maestros cerveceros las maltas orgánicas producen una cerveza artesana más clara y de sabor más intenso sin necesidad de procesos químicos de filtrado.
Vinos ecológicos
Con el vino ocurre algo similar. Se considera vino orgánico aquel que procede de viñedos libres de productos químicos. Aquellos en los que solo se utilizan fertilizantes naturales (compost o estiércol) y que además han sido trabajados, tanto el cultivo como la recolección, de forma manual. El proceso de elaboración es similar al de cualquier otro vino y su calidad también depende de factores diversos como el tipo de uva, la añada, etc.