Refrescos no son solo los botes o botellas que contienen bebidas industriales a base de agua carbonatada, azúcares y sustancias químicas responsables de su color, aroma y sabor. El abuso en el consumo de este tipo de refrescos, tan habituales en nuestro día a día, no es en absoluto saludable. Su alto contenido en azúcar es un factor que contribuye al sobrepeso y sus ácidos pueden provocar distintos problemas digestivos. No se trata de eliminarlos de manera radical, pero sí de ingerirlos de forma esporádica, sabiendo que tienes a tu alcance otras bebidas, más saludables, deliciosas y con una capacidad para hidratarte y refrescarte que te sorprenderán.
Té helado
Tener en la nevera una buena jarra de té frío, listo para tomar, es una opción excelente para disfrutar, en cualquier momento, de una de las bebidas con más poder para refrescar de manera inmediata. El té verde y el rojo son tés perfectos para disfrutarlos con unos cubitos de hielo y una hoja de menta o de hierbabuena. Si prefieres una bebida más relajante, el “té” roiboos, (sin teína), con su color rojizo y su sabor ligeramente dulce, es también una delicia en frío y una magnífica fuente de antioxidantes.
Además, preparar té helado te llevará pocos pasos y podrás refrescarte en pocos minutos al mismo tiempo que aprovechas los beneficios que esta bebida puede tener para tu salud. Incluso, también se pueden combinar con algunas frutas para conseguir un mayor aporte de vitaminas.
Limonada y otras “aguas con frutas”
Pocos “remedios” resultan más efectivos para calmar la sed que la mezcla del zumo de limón y lima con agua fría (o hielo). La limonada es, además, una bebida alcalina, que neutraliza los ácidos del organismo y ayuda a mantener un peso adecuado. ¡Todo ventajas! Combinando el agua con otras frutas y hortalizas, puedes hacer tus propias bebidas refrescantes de lo más saludables. Mezcla el zumo de 1 limón con 1 pepino licuado en 1 litro de agua y obtendrás una bebida sana y refrescante, rica en vitaminas y minerales, de alto poder diurético. Naranja, piña, fresa, melocotón… Con el zumo de estas frutas o si lo prefieres, cortándolas en trocitos y dejándolas macerar en agua en la nevera unas cuantas horas, tendrás bebidas refrescantes, originales y absolutamente libres de compuestos químicos.
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Batidos smoothies
Los smoothies, tan de moda en los últimos años, son una excelente fórmula para hidratarnos e ingerir, casi sin darnos cuenta, una importante cantidad de micronutrientes. Son bebidas vegetales que permiten mil combinaciones y que, por su agradable textura (ligera y espumosa), resultan un refresco ideal. Melón, piña, kiwi, pera, mango, papaya…las frutas y verduras han de batirse muy bien para que se integren perfectamente en la leche. Además, los smoothies admiten el toque especial que más te apetezca: endulzarlos con un poco de miel o canela, añadirles alguna especia, unas hojas de menta… puedes hacerlos más o menos densos (añadiendo también agua o hielo). Por su aporte en fibra son buenos aliados en las dietas adelgazantes.
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Horchata
El refresco valenciano por excelencia es una bebida muy nutritiva que además posee propiedades digestivas saludables. Se elabora con la chufa, un pequeño tubérculo rico en minerales, como el hierro o el calcio, Así como en vitamina C y vitamina E. Apta para casi todo el mundo: niños, ancianos, deportistas que requieren energía extra, celíacos (no contiene gluten)… Tomada con moderación, una horchata bien fría es fuente de salud y bienestar.
Granizados
Cuando el calor aprieta, o tras unas horas de duro ejercicio, un granizado puede hidratarte en profundidad y devolverte los minerales (electrolitos) perdidos por la transpiración. Son muy sencillos de preparar, ya que solo requieren hielo picado y el zumo de tu fruta favorita. De limón, de naranja, de sandía, de fresa… Otras opciones, igualmente refrescantes, pueden ser un granizado de café, de té de menta y limón o incluso de agua de cebada, bebida que se elabora con granos de este cereal, de ligero sabor amargo y que ha de tomarse muy fría.
