Que hay gustos para todo es una gran verdad que también se demuestra observando algunas de las bebidas que existen y que se consumen en el mundo. Desde agua con sabor a hamburguesa, hasta cerveza de tomate, bebidas a base de “sangre” (sintética), vodka anti-resaca, o bebidas de cola con pepino u otras hortalizas… algunas de las más raras son simples extravagancias, derivadas de ideas de marketing, que no dejan de ser una curiosidad y que pocos beneficios aportan a la salud pero otras, de las que tal vez no hayas oído hablar, son bebidas naturales, algunas muy antiguas, que no está de más conocer.

Agua de Jamaica

Es una tizana que puede tomarse fría o caliente y que está hecha con las flores de la llamada flor de Jamaica (Hibisco). Posee un color rojizo intenso y un sabor ligeramente agrio. Se consume en México, Centroamérica y en algunos países caribeños en ocasiones acompañada de raíz de jengibre (también hervida en la misma infusión). Entre las propiedades que se le atribuyen destaca su capacidad para reducir el colesterol y la presión arterial. Es, además, una bebida diurética y depurativa que puede ayudar en las dietas cuyo objetivo sea la pérdida de peso.

Agua o leche de arroz

Así se denomina al líquido resultante de hervir este cereal (para obtenerla tendrás que duplicar la cantidad de agua que añades al hacer arroz). Ese agua blanquecina, que sobra tras colar el grano, es una bebida muy nutritiva que además resulta ligera y digestiva. Hidrata en profundidad, aportando hidratos de carbono (almidón) y minerales. Excelente aliado del aparato digestivo (alivio de diarreas y gastritis) también dicen que es beneficiosa para reducir las náuseas matinales que pueden afectar a las embarazadas.

Lassi

Tradicional de la India, esta bebida, cada vez más conocida en Europa, está elaborada a base de yogur y agua al que se le añaden distintas especias: cardamomo, canela, comino, jengibre…Existen distintas variedades, dulces o saladas, siendo una de las más populares la que incluye trozos de mango, que le da un toque exótico y natural que resulta delicioso. Es refrescante y contribuye al equilibrio de la flora intestinal, reforzando, además, el sistema inmunitario.

Kumis

Al igual que la anterior, ésta es una bebida láctea fermentada que, en un principio, se obtenía de la leche de yegua en algunas regiones de Asia Central. Actualmente, la mayoría procede de kéfir de leche de vaca, por lo que se trata de una bebida probiótica, es decir, con microorganismos vivos de efectos saludables que mantienen en buen estado la flora bacteriana intestinal.

Kombucha

Hojas de té combinadas con las de otras plantas y fermentadas por la acción de un hongo conocido como Hongo de Manchuria son la base de esta bebida milenaria de origen asiático. Su sabor es una mezcla dulce - ácida y presenta una ligera gasificación (más suave que una soda). Es también una bebida probiótica que, además, ayuda a eliminar toxinas del organismo de forma natural.

Té Chai

El té es una de las bebidas que más se consumen en el mundo y aunque esta variedad es de las menos conocidas, gana adeptos cada día. El té chai es originario de la India y su particularidad reside en la mezcla de distintas hojas de té (sobre todo verde y negro) con especias que le proporcionan un sabor aún más intenso: clavo, cardamomo, jengibre, anís, nuez moscada… Rico en antioxidantes, una taza de té Chai resulta estimulante y digestiva aportando numerosos beneficios al sistema cardiovascular.

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Bebidas vegetales

Existe una gran variedad de bebidas procedentes de cereales, legumbres o frutos secos. Algunas son ya muy conocidas (por ejemplo las bebidas a base de soja) pero otras siguen siendo una rareza. La bebida a base de semillas de sésamo, rica en aceites esenciales, la bebida de alpiste (y no es para pájaros), ligera y excelente aliada contra el colesterol malo, o la bebida de castañas, energética como pocas, son solo algunos ejemplos.